Caminar regularmente, al menos 10 kilómetros por semana, retardaría el proceso de degradación de la memoria en las personas mayores sin problemas cognitivos, según los resultados de un estudio publicado en la revista Neurology. También se han detectado resultados positivos en las personas de edad avanzada que sí presentaban problemas de memoria y aprendizaje.
Caminar, bueno para el corazón y el cerebro
Caminar es bueno para el corazón, pero también podría serlo para el cerebro, según un estudio basado en imágenes cerebrales correlacionadas con la actividad física.
Kirk Erickson y sus colegas de la Universidad de Pittsburg, en Estados Unidos, siguieron durante 20 años a 426 ancianos. De ellos, 299 gozaban de buena salud (edad media de 78 años) y 127 presentaban una demencia incipiente o Alzheimer (edad media 81).
Beneficios de caminar
Está más que comprobado que andar a diario es fundamental para mantener buena salud física y mental. A veces tenemos la idea que para hacer ejercicio físico debemos ir tres veces por semana al gimnasio o correr todos los días una hora y sudar la "gota gorda".
No nos damos cuenta de que tenemos un ejercicio económico y fácil de usar para conseguir estar en forma: caminar.
Andar tiene los mismos beneficios que cualquier deporte aeróbico, ya que movemos una gran cantidad de músculos, del tronco, del brazo y de piernas.
Nuestro cuerpo ya está anatómicamente preparado para andar, es lo natural.
Caminar una actividad a medida
Se recomienda empezar con una caminata diaria de una media hora y, más adelante, hacerlo tres veces por semana a razón de tres cuartos de hora a una hora por sesión. Lo ideal es otorgarle la misma franja horaria para crear una rutina que potenciará los resultados.
Si disponemos de poco tiempo libre entre semana, una buena opción es hacer excursiones largas los fines de semana y dedicar algo de tiempo los días restantes.
En todo caso, hay que procurar no fijarse metas demasiado altas, ya que sólo conseguiremos agotarnos y acabar aborreciendo la actividad.
Por otro lado, el ritmo es también una cuestión personal; de ahí que no haya que preocuparse si, al andar en grupo, unos avanzan más que otros. Pero si hacemos un recorrido largo, deberemos mantener siempre el mismo ritmo para no cansarnos antes de tiempo.
Caminar, los pasos hacia la salud
Caminar es una de las mejores formas de conservar la flexibilidad y la tonicidad de ligamentos, músculos y tendones que tienden a endurecerse por la vida secundaria y el transcurrir de los años. Así, los problemas de espalda y de articulaciones encuentran un alivio eficaz, como también se previenen futuras lesiones.
Por otro lado, el metabolismo también resulta beneficiado: aumenta su capacidad para producir energía, se consumen mejor los depósitos adiposos y se ayuda a eliminar el exceso de peso. Y si caminamos en cualquier época del año, tenderemos a hacernos inmunes a gripes y resfriados, ya que los diferentes estímulos térmicos mejorarán nuestra capacidad natural de reacción.
Caminar es una de las formas más eficaces de combatir el estrés y sus síntomas: ansiedad, tensión, nerviosismo, insomnio, palpitaciones...
Salva tu vida: camina
Esta simple actividad, si se hace con regularidad, aseguran los expertos, ayuda a bajar de peso, previene enfermedades cardiovasculares, lubrica las articulaciones, oxigena el cerebro y el corazón, mejora el tono muscular y la condición física.
Arturo Abundes, integrante de la Asociación Nacional de Cardiólogos, afirma que caminar media hora diaria, sin pausas, es suficiente, pues es la actividad que provee mayor oxigenación.
“Es un ejercicio muy bueno, de tipo aeróbico, y es el que muchas veces recomendamos en cardiología porque es el ejercicio que provee de mayor oxigenación al corazón.
“Tiene un gran beneficio final en relación con la resistencia, la elasticidad, la fuerza, la capacidad pulmonar y, sobre todo, el tema de quema de calorías en pacientes con obesidad o diabetes”, explicó.
Caminar escoger una modalidad
Caminar, en todas sus variantes, ofrece muchos beneficios a nivel físico y psicológico; es sólo cuestión de cada persona escoger la modalidad que más se adapte a sus objetivos y estilo de vida.
Caminar, hacer senderismo o trekking, salir a correr o practicar la marcha olímpica son variantes de un mismo principio que tienen en común que son actividades aeróbicas; esto significa que mejoran la actividad cardíaca y la oxigenación de nuestro organismo.
El senderismo
¿Cómo caminar correctamente para adelgazar?
¿Quieres perder peso y tonificar tus músculos desesperadamente sin estar todo el día metida en el gimnasio? ¡Es el momento de caminar! Para caminar no hay horarios fijos ni abonos costosos, bastan un par de zapatillas deportivas, un poco de técnica y regularidad.
Ponte el pantalón corto y las zapatillas de deporte y sucumbe a los encantos de caminar. “La mejor manera para perder peso”, afirma la entrenadora Lucy Knight, autora del libro “Caminar para adelgazar”. Las exigencias de esta práctica permiten quemar un máximo de calorías. Sus beneficios cardiovasculares mejoran el tono muscular y modelan la silueta.
Caminar y adelgazar al mismo tiempo: es posible
A simple vista, la idea de caminar para “quemar grasas” puede parecer ridícula, incluso falsa. ¡No lo es! Lucy Knight nos lo explica: “Como cualquier actividad física constante, caminar hace que el metabolismo queme calorías y convierta los glúcidos, las grasas y las proteínas en energía y no en reserva adiposa.” Y debemos recordar que nuestro peso depende esencialmente de la relación entre las calorías consumidas y quemadas. Un aumento de peso es el resultado (casi) siempre de un desequilibrio en esta ecuación. Si quemas más calorías (gracias a una actividad física adecuada) que las que consumes, deberías adelgazar rápidamente.
Aumentar el metabolismo basal caminando
En nuestra carrera por perder kilos solemos olvidar otro principio fundamental: cuanto más masa muscular consigue nuestro cuerpo, más quemamos. Cuanto mayor sea esta masa con respecto a las reservas adiposas, más alto será el metabolismo basal (la cantidad mínima de energía que el cuerpo necesita cada día). En resumen, los músculos queman más calorías que la grasa. De ahí la importancia de ganar músculo para adelgazar.
Caminar es perfecto para conseguirlo: una práctica regular, siempre asociada a una alimentación equilibrada, quema las grasas y hace que el cuerpo gane músculo. Dos o tres sesiones de 30 minutos garantizan resultados visibles a partir de los 3 primeros meses.
Salva tu vida: camina
Esta simple actividad, si se hace con regularidad, aseguran los expertos, ayuda a bajar de peso, previene enfermedades cardiovasculares, lubrica las articulaciones, oxigena el cerebro y el corazón, mejora el tono muscular y la condición física.
REFORMA
Arturo Abundes, integrante de la Asociación Nacional de Cardiólogos, afirma que caminar media hora diaria, sin pausas, es suficiente, pues es la actividad que provee mayor oxigenación.
"Es un ejercicio muy bueno, de tipo aeróbico, y es el que muchas veces recomendamos en cardiología porque es el ejercicio que provee de mayor oxigenación al corazón.
"Tiene un gran beneficio final en relación con la resistencia, la elasticidad, la fuerza, la capacidad pulmonar y, sobre todo, el tema de quema de calorías en pacientes con obesidad o diabetes", explicó.
Caminar con bastones evita las agujetas y las lesiones en la montaña
Los investigadores han analizado si el uso de bastones de senderismo reduciría el dolor y las lesiones en la montaña.
El Arte de Caminar
Caminar: un poderoso arte de auto-descubrimiento
Hace poco llego a mis manos un libro que me ha sorprendido gratamente. Se titula "El arte de caminar" Henry D. Thoreau. Su lectura me ha hecho reflexionar gratamente.
Caminar puede ser un mero ejercicio y convertirse en la rutina de cada día. O puede, por otro lado, ser una actividad que nos lleve al descubrimiento de lugares formidables y desconocidos. Si sus piernas sólo lo han llevado a la tienda, al trabajo a la escuela o a la esquina, o hasta donde sus pies pueden pisar, entonces no ha descubierto la verdadera magia de esta actividad recreativa conocida como caminar, si no conoce hasta donde realmente pueden llegar sus piernas entonces estas dos extremidades sólo le han servido, hasta ahora, para desplazarse y llevarlo por las superficies de la vida, aun no ha hundido sus pasos en las profundidades desconocidas y maravillosas a la que sus piernas son capaces de llevarle.
Caminamos al cine, a la casa del amigo, a tomar el autobús. Caminamos la mayor parte del tiempo por banquetas y avenidas, entre ruidos y edificios, sobre la dureza del cemento y el gris, plano y acomodado pavimento de las grandes ciudades. Y luego, por la noche, llegamos a casa muchas veces cansados, fastidiados, estamos agotados del día. Y sin embargo, antes, el ser humano se cansaba menos y caminaba mayores distancias: al río, al lago, a la montaña, entre sonidos de las hojas que mecía el viento o el crujir del césped al momento de hundir el pie entre los perfumes de la hierba de fresco verdor. Y parecía que entre más el hombre caminaba, más aumentaba su vigor, su fuerza, su ánimo y salud.
Tus pies van a un lado: tu mente para el otro
Caminar 30 minutos diario y a paso rápido cambia la vida
Caminar a paso rápido 30 minutos seis días a la semana es suficiente para reducir la circunferencia de cintura y el riesgo de síndrome metabólico, un trastorno cada vez más frecuente relacionado con la obesidad y el sedentarismo, indica un nuevo estudio.
Nuestra investigación demuestra que el beneficio se obtiene aunque no se modifique la alimentación", declaró la autora principal del estudio, Johanna L. Johnson, investigadora clínica de Universidad Duke Medical Center, en Carolina del Norte.
Se estima que un cuarto de los adultos en Estados Unidos tiene síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedad cardíaca, diabetes e infarto cerebral (ACV). El síndrome metabólico afecta a las personas que tienen por lo menos tres de cinco factores de riesgo: obesidad abdominal, hipertensión, triglicéridos elevados, colesterol HDL o 'bueno' bajo y glucosa en sangre alta).
Ejercicios para el Tobillo cómo fortalecerlo
Mantener los tobillos fuertes, es importante tanto para la prevención, como para la recuperación de esguinces y fracturas; por ello puedes realizar los ejercicios para el tobillo siguientes, para fortalecer la musculatura de los mismos.
Ejercicio de flexión plantar del tobillo
De pie frente a una mesa o una silla, coloca las manos sobre la mesa o la silla para mantener el equilibrio; elévate sobre las puntas de los dedos del pie, y permanece en esta posición durante seis segundos. Regresa lentamente a la posición inicial y repite unas 10 veces.
Flexión plantar del tobillo con banda de resistencia
Caminar es más sano que salir a correr
Ni siquiera hace falta correr: de acuerdo con un estudio publicado este mes, caminar deprisa es tan positivo como correr para controlar la presión arterial, el colesterol y el riesgo de diabetes, tres factores importantes en el desarrollo de la enfermedad cardiaca.
Perder peso caminando
¿Te ha sorprendido el titular de nuestro artículo? Pues aunque no te lo creas, se puede perder peso caminando todos los días durante una hora, y llevando un estilo de vida saludable.
Pero no esperes milagros porque decir adiós a esos kilos que nos sobran no se consigue de la noche a la mañana. Requiere tiempo, constancia y paciencia, además de una dieta sana, variada y equilibrada. Así que despídete de todos esos hábitos de vida poco saludables y ponte las zapatillas de deporte porque hoy saldremos a dar un buen paseo.
¡Muévete!
Caminar a diario durante una hora y media es el ejercicio perfecto para ponernos en forma sin tener que pagar un gimnasio. ¡Todavía hay cosas que son gratis!
Así que si no quieres gastar dinero pero tampoco renunciar a estar en forma, equípate con ropa y calzado cómodo, y sal a dar una vuelta por tu ciudad.
Aprovecha cualquier ocasión para moverte y olvídate del ascensor. Sube y baja las escaleras de dos en dos, y así fortalecerás mucho más los glúteos.
Caminar es bueno para la memoria
Tener una buena memoria y poder recordar los mejores acontecimientos de nuestra vida es algo que todo el mundo desea, especialmente las personas mayores, quienes, en muchos casos, comienzan a perder la capacidad de recordar a medida que pasan los años. ¿Quieres evitar que esto te ocurra?
En ese caso, empieza ya mismo a caminar. Sí, sí, como lo oyes; según un estudio elaborado por científicos estadounidenses de las universidades de Pittsburgh, Illinois y Rice, dar una buena caminata mejora la memoria en las personas que superan los 55 años e impide que se deterioren nuestras capacidades mentales, algo que suele ocurrir a medida que nos hacemos mayores.
Caminar deprisa puede reducir el riesgo de algunos problemas de salud tanto como correr
En el acto de caminar y en el de correr intervienen los mismos grupos de músculos y las mismas funciones realizadas con intensidades diferentes.
Sin embargo, tradicionalmente se ha tendido a considerar que correr es mucho más eficaz como ejercicio físico que caminar, a igual distancia recorrida.
Ahora, no obstante, los resultados de una nueva investigación indican que caminar deprisa puede reducir el riesgo de hipertensión, de exceso de colesterol y de diabetes, tanto como puede hacerlo el correr.
Masaje para los pies
Lo primero que debemos hacer es prepararnos para comenzar a dar el masaje. Lo principal es tener buen ánimo porque es lo que vamos a transmitir. Para comenzar a dar el masaje, tenemos que empapar las manos con una crema corporal muy untuosa o con aceite y frótalas para darles calor (da mucha impresión si te tocan con las manos heladas porque en vez de relajar, contraeríamos aún más los músculos). Los movimientos que hay que hacer para comenzar con el masaje, son:
La técnica para caminar
Partiendo de que debemos desplazar nuestro peso corporal con el menor esfuerzo posible, ejerceremos movimientos suaves y que nos resulten agradables.
Para ello pondremos, en primer lugar, el tronco erguido y los hombros relajados (si los curváramos sólo conseguiríamos disminuir la velocidad y caminar de forma poco armoniosa).
La cabeza (que condiciona toda postura) se pondrá de forma que parezca una prolongación de la columna. Los músculos del rostro estarán relajados, y miraremos siempre al frente y a unos dos metros del suelo.