Está más que comprobado que andar a diario es fundamental para mantener buena salud física y mental. A veces tenemos la idea que para hacer ejercicio físico debemos ir tres veces por semana al gimnasio o correr todos los días una hora y sudar la "gota gorda".
No nos damos cuenta de que tenemos un ejercicio económico y fácil de usar para conseguir estar en forma: caminar.
Andar tiene los mismos beneficios que cualquier deporte aeróbico, ya que movemos una gran cantidad de músculos, del tronco, del brazo y de piernas.
Nuestro cuerpo ya está anatómicamente preparado para andar, es lo natural.
Para empezar es suficiente caminar 30 minutos al día de forma suave, constante y regular. Los beneficios son múltiples, hay estudios que afirman que andar deprisa es tan positivo como correr para controlar la presión arterial, el colesterol y el riesgo de diabetes. Además, los beneficios de andar no son solo físicos sino también psicológicos, mejora el estado de ánimo, aumenta la autoestima al ir consiguiendo metas, nos hace estar más preparados para afrontar el estrés del día a día, dormiremos mejor y si caminamos con otras personas aumenta nuestra sociabilización. Caminar también quema calorías y por ello puede ser un método para controlar el peso, pero siempre y cuando se quemen más calorías caminando que las que se ingieren a lo largo del día en las comidas.
Los medios necesarios son muy sencillos, necesitaremos unas buenas zapatillas y ropa cómoda. Saldremos en horas no muy calurosas ni muy frías y como no es cómodo llevar bebidas, lo aconsejable es beber un vaso de agua minutos antes de empezar.
Nunca es tarde para salir a andar. Las personas que son sedentarias, al hacer actividad física de forma regular rápidamente obtienen beneficios similares que aquellas que siempre han sido activas. No lo pienses más, levántate, sal a la calle y camina, tu cuerpo te lo agradecerá y te sentirás mucho mejor.
Via piquio.com
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