No existe nada mejor para todo el cuerpo que las caminatas, concentrarse en caminar con un paso amplio, con la bien espalda recta, la cabeza alta, los brazos oscilando hacia adelante y hacia atrás y pisando con la planta del pie totalmente sobre el piso, a partir del el dedo gordo hasta el talón.
Lo más importante es lograr que el cuerpo esté preparado para el entrenamiento de caminatas, es decir precalentándolo, también se puede lograr precalentar al cuerpo caminando, empezar a caminar con un paso lento, e ir incrementándolo en forma gradual hasta llegar a un paso fuerte y sostenido.
Después retornar a un paso más lento para poder recuperar el aire.
Puede llegar a pensar que caminar no traerá grandes resultados, pero recuerde mantener esta promesa, tener paciencia y podrá ver como su cuerpo comienza a cambiar.
Recuerde caminar con un paso cómodo, no debe presionarse a mantener uno muy rápido, principalmente al principio e ir aumentando hasta el nivel más alto que pueda, de forma muy lenta y sin presionarse.
Se deberá hacer de las caminatas un hábito diario o tres a cinco veces por semana. Al comenzar es la frecuencia y no la distancia o la velocidad lo que te brindará enormes beneficios, comenzar lentamente, quizás dando una vuelta manzana las dos primeras semanas, dos vueltas durante la segunda.
Luego de caminar una semana, incrementar la distancia y con un paso más rápido, en vez de distancias más largas. Cuando acelere la frecuencia, podrá lograr una aptitud óptima para caminar y quemar grasas, puede realizar las caminatas en un lugar al aire libre, donde pueda mantener un paso enérgico 30 minutos por día y a mediano plazo verá los resultados.
También podría realizar diez minutos de caminata suave, diez minutos de caminata muy rápida y luego diez minutos de caminata lenta nuevamente.
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via: rutinas.org
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