Algo tan cotidiano como andar puede revelar muchos detalles sobre nuestra personalidad.
Andar de forma armoniosa y correcta.
Todos los días, a todas las horas, en casa, en la calle ... nos movemos. ¿Cómo nos movemos? Andando. Es algo tan cotidiano que apenas nos damos cuenta de cómo caminamos. Pero, andar bien tiene su importancia, tanto para uno mismo como para con los demás. Un andar desgarbado, puede dar la impresión de apatía, dejadez ... un andar apresurado puede significar ansiedad, nerviosismo ...
Es muy conocido como las futuras aspirantes a modelos, caminan con un libro sobre su cabeza para aprender a mantener una postura recta y erguida al caminar. Lo mismo ocurre en algunas tribus africanas, donde las mujeres cargan todos sus bultos sobre la cabeza. Aprenden a andar con gracia y soltura desde jóvenes, y luego mantienen esa armonía al caminar.