Si tenemos exceso de grasa y queremos perderlo haciendo ejercicio, normalmente pensamos en ejercicios de alta intensidad como carrera, bicicleta, aerobic, etc., para lograrlo. Sin embargo, si por nuestra edad, condición física o alguna lesión no podemos realizar este tipo de ejercicios, no por ello debemos dejar atrás nuestro objetivo, ya que podemos perder la grasa que nos sobra realizando una actividad tan cotidiana como caminar.
Para lograrlo, debemos aumentar la intensidad de la caminata y, para ello, nada mejor que añadir al movimiento de las piernas movimiento de brazos, enérgico, balanceándolos hacia atrás y hacia adelante. Si queremos, podemos simular el movimiento como si utilizáramos bastones de esquí para andar, extendiendo y flexionando cada brazo e incluso, si nuestra condición física nos lo permite, podemos llevar unas pesas ligeras de muñeca de medio kilo para aumentar la intensidad del movimiento.
Cinco consejos para mejorar la circulación de las piernas cuando el calor más aprieta
El aumento de las temperaturas trae consigo en muchas personas un empeoramiento de la circulación sanguínea que tiene como consecuencia una mayor retención de líquidos en algunas partes del cuerpo como las piernas. Esto hace que notemos las piernas más pesadas y nos molesten a la hora de caminar, correr, hacer ejercicio… Por este motivo es necesario que nos pongamos manos a la obra y evitemos la mala circulación en las piernas derivada del calor. Por ello vamos a destacar cinto puntos a tener en cuenta.
El frío es una de las mejores armas para mejorar la circulación sanguínea en todo nuestro cuerpo, y en concreto en las piernas. Por este motivo debemos convertirlo en algo habitual a la hora de combatir la mala circulación.
Remedios naturales para el dolor de rodilla
Las rodillas, además de ser una de las articulaciones más complicadas de nuestro cuerpo, deben soportar todo nuestro peso y un movimiento constante andando, corriendo, haciendo deporte, lo que le supone realizar movimientos de torsión, flexión, extensión y estiramiento que, a la larga, producen un desgaste natural de la articulación que suele traducirse en dolor y molestias en ellas.
Cuando suframos dolor de rodillas, podemos utilizar una serie de remedios naturales que nos permitan aliviarlo. Eso sí, si observamos que el dolor no remite o se prologa en el tiempo, es necesario que acudamos al especialista para observar si existe alguna patología determinada y tratarla adecuadamente.
Caminar en verano sin ser dañados por el calor
Caminar es uno de los ejercicios más recomendados por todos los médicos. Esto se debe a que no reciente las articulaciones del cuerpo, y mantiene al mismo en movimiento y en buena forma.
Para caminar en los meses de verano, en los que el sol se siente fuertemente, se deben tomar ciertos recaudos para evitar sufrir daños al caminar expuestos a él.
En primer lugar, emprender la caminata cuando el sol todavía no esté asomado completamente, o si ya lo está, que no sea el punto más agobiante. Esto significa hacerlo por la mañana temprano o más tarde por las noches. La regla de oro aquí es permanecer fuera del sol desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde.
CONSEJOS Y CUIDADOS PARA NUESTROS PIES EN VERANO
Andar descalzos por la playa y los baños de agua salada son los consejos principales de los podólogos para proteger los pies de cara al verano, al objeto de eliminar las durezas y favorecer la circulación. Además, recomiendan extremar las condiciones de limpieza posterior tras acudir a una piscina o a un balneario.
Las sandalias se convierten en verano en el calzado más usado, aunque, según los expertos, no siempre se cumplen los requisitos imprescindibles antes de calzárselas para evitar problemas posteriores en los pies. "A la hora de coger el calzado del año anterior es importante, si es de piel, que debería serlo, darle una capita de crema por dentro para que los forros que se han quedado duros y secos no agredan al pie", señala el podólogo Oliver Regueiro.
Caminar 30 minutos diario y a paso rápido cambia la vida
Caminar a paso rápido 30 minutos seis días a la semana es suficiente para reducir la circunferencia de cintura y el riesgo de síndrome metabólico, un trastorno cada vez más frecuente relacionado con la obesidad y el sedentarismo, indica un nuevo estudio. Nuestra investigación demuestra que el beneficio se obtiene aunque no se modifique la alimentación", declaró la autora principal del estudio, Johanna L. Johnson, investigadora clínica de Universidad Duke Medical Center, en Carolina del Norte.
Se estima que un cuarto de los adultos en Estados Unidos tiene síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedad cardíaca, diabetes e infarto cerebral (ACV). El síndrome metabólico afecta a las personas que tienen por lo menos tres de cinco factores de riesgo: obesidad abdominal, hipertensión, triglicéridos elevados, colesterol HDL o 'bueno' bajo y glucosa en sangre alta).
Senderismo, más efectivo que el deporte tradicional
El senderismo es uno de los ejercicios preferidos por personas de las ciudades que trabajan todos los días en oficinas y lugares encerrados. La ventaja es que hacer un senderismo que te exija varios retos, como subir y bajar colinas, haces un buen ejercicio, además de obtener los beneficios mentales de estar con la naturaleza, disminuyendo el estrés y las ansiedades.
El caminar en un terreno que es bastante inestable te ayuda a perfeccionar el equilibrio, que te hará falta con el paso del tiempo, además de hacer que seas más fuerte y tengas unos buenos niveles de energía.
Proteger las rodillas al hacer deporte
Al hacer deporte, una de las partes de nuestro cuerpo que más sufre son las rodillas, porque soportan la tensión del movimiento del cuerpo, además de absorber gran parte de los impactos que comporta la mayoría de los deportes aeróbicos. Por ello, si no tomamos una serie de medidas para proteger nuestras rodillas cuando practicamos ejercicio, a la larga terminaremos sintiendo dolor, debido a la degeneración de la articulación.
Sin duda la mejor prevención es realizar ejercicios que fortalezcan los músculos de las piernas, especialmente los que rodean a la rodilla, De ese modo, serán ellos los que soportarán la tensión derivada del ejercicio y no las rodillas. Por ello deberemos hacer de forma habitual ejercicios como caminar, bicicleta estática, y otros similares que nos ayuden a muscular y fortalecer las piernas, tanto los muslos como las pantorrillas (cuádriceps, isquiotibiales y gemelos).