Las enfermedades cardiovasculares se han convertido en la principal causa de mortalidad en todo el mundo. Se trata de enfermedades y patologías que afectan al sistema cardiovascular y se deben a trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos: cardiopatías coronarias, enfermedades cerebrovasculares, arteriopatías periféricas, trombosis, embolias, etc.
Conviene hacer especial hincapié en la arterioesclerosis, una patología que se inicia ya en la infancia y que se va agravando con el paso de los años. Pequeñas cantidades de grasa se depositan en las capas de las arterias, que acaban atrayendo a determinados tipos de células y conformando los ateromas. Estos pueden verse alterados por inflamaciones, lo que provoca úlceras y da lugar a la trombosis, la cual impide la circulación de la sangre.
¿Qué es el riesgo cardiovascular?
El riesgo vascular es la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una enfermedad cardiovascular en un plazo de tiempo.
Depende de los factores de riesgo, es decir, de las características biológicas (las cuáles no pueden ser modificadas) y las conductuales (a las que es posible poner solución). Entre las primeras se encuentra la edad, el sexo, la raza y los antecedentes familiares. En los principales factores que podemos controlar está el tabaquismo, el sobrepeso, el sedentarismo, el consumo de alcohol y el estrés, entre otros. El tabaquismo, la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia son los tres factores a los que hay que prestar mayor atención.
Características de una persona sana
Los puntos que debe cumplir una persona para considerarse sana son:
Realizar actividad física adecuada (mínimo cinco días a la semana).
Seguir unos hábitos alimentarios saludables.
Tener la presión arterial en unos niveles menores a 140/90 mmHg.
Mantener el colesterol en un valor menor de 190 mg.
Vigilar que la glucosa esté controlada.
Evitar el estrés.
No fumar.
Ventajas del nordic walking
El nordic walking o marcha nórdica es una actividad deportiva consistente en caminar de forma natural ayudados de unos bastones específicos y que va tomando cada vez mayor presencia en España. Pero, ¿cómo puede ayudar a reducir el riesgo cardiovascular?
En primer lugar, es importante recalcar que deben eliminarse los hábitos nocivos, como restringir el consumo de sal, reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y llevar una dieta sana y equilibrada.
Esta actividad requiere dejar atrás el sedentarismo. Se trata de conseguir la ropa y el calzado adecuado, así como un par de bastones determinados y salir a disfrutar de la naturaleza y de sus diferentes terrenos. La marcha trabaja toda la musculatura, poniendo en funcionamiento el 90 por cierto de los músculos. Además, ayuda a controlar el peso debido a la cantidad de calorías que se van quemando. Todo ello se traduce en una mejora del sistema cardiovascular y un aumento de la resistencia cardiorrespiratoria.
Practicar esta rutina ayuda a relajar todas las tensiones de nuestro cuerpo, eliminando el estrés al que nos enfrentamos día a día. Por ello, mejora el estado de ánimo, el bienestar y la calidad de vida, incluso retrasando el envejecimiento.
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