El trekking es una de las actividades físicas que más enganchan. Se realiza ejercicio y a la vez se disfruta de la naturaleza. Por eso es habitual que, muchas veces, una parte de nuestras vacaciones o de los viajes que vamos a realizar se enfoquen en buscar un lugar atractivo que queremos conocer para practicarlo. Si queréis conocer alguno de los más interesantes que podemos encontrar en nuestro continente, os recomendamos estas 13 rutas de trekking imprescindibles para hacer senderismo por Europa.
No se trata de rutas en sí mismas, de un punto A hasta B, sino de espacios en los que podemos practicar el senderismo y disfrutar de la naturaleza en múltiples rutas, por lo que en la mayor parte se puede seleccionar el nivel de dificultad que queremos afrontar en función de nuestra habilidad o estado de forma física. Algo similar a lo que vimos en nuestra selección de rutas de trekking por España. Vamos a ver algunos de los lugares más interesantes.
1. Montañas Rodopes de Bulgaria
Al sur de Bulgaria se encuentra este sistema montañoso que ocupa más del 80% de la superficie extendiéndose hasta su vecina Grecia. Gracias a un clima anual suave, nos encontramos ante un ecosistema rico en biodiversidad, que posee alrededor de cincuenta reservas, algunas de las cuales están bajo la protección de la UNESCO. La gran ventaja es que se trata de un lugar que no se encuentra masificado, así que, cuando lleguemos, vamos a poder disfrutar de verdad de la naturaleza sin tener que estar rodeado de turistas y excursionistas.
Existen una gran variedad de rutas para senderistas, desde las más sencillas, para realizar con la familia, hasta las aptas únicamente para aquellos con mayor experiencia y buena forma física. Podremos alternar largas jornadas caminando y el descanso en los pequeños pueblos de la zona. En las Rodopes nos encontraremos con parajes aislados de la civilización, que nos permitirán disfrutar de una experiencia única en el recorrido, y con una variada fauna y flora, además de hallarnos en un paraíso para las aves con más de 270 especies diferentes.
2. La Casa de los Gigantes de Noruega
La casa de los gigantes o, lo que es lo mismo, el Parque Nacional de Jotunheimen, es uno de los lugares más emblemáticos de Noruega. En él descubriremos paisajes salvajes caminando por las montañas más altas del país, rodeados de lagos y glaciales, y pudiendo ascender al Galdhopiggen que, con sus 2469 metros, es la montaña más alta de Europa del Norte.
Sus rutas se clasifican según el nivel de dificultad. Para principiantes, con recorridos cortos de poco desnivel y senderos con buenos caminos. El nivel medio se compone de rutas de menos de cuatro horas con algún tramo más dificultoso. Asimismo, cuenta con una ruta más exigente para senderistas experimentados, con desniveles de unos 800 metros; y otra para expertos, aunque en este caso estamos hablando de rutas para montañeros con mucho bagaje. Podremos recorrer los lugares que deseemos, pero siempre teniendo en cuenta las advertencias y respetando la naturaleza que nos rodea. Además, contaremos con numerosos refugios para descansar y reponer fuerzas.
3. Grutas Skocjan (Eslovenia)
En la región de Kras se encuentra este sistema de cuevas calizas. El recorrido es de unos 5 kilómetros de pasajes subterráneos, que se han ido formando con el paso del río Reka sobre las rocas y su vista merece la pena al tratarse de un lugar único e increíblemente espectacular. Su visita es guiada, así que los aventureros solitarios tendrán que adaptarse. Dura entre dos y cuatro horas, ya que podemos elegir entre una visita principal que recorre la cueva mayor o ampliarla visitando dos cuevas más.
El recorrido no se hace pesado ni angustioso, a pesar de estar varias horas bajo tierra, pero hay muchísimos escalones, de subida y bajada, a lo largo de toda la cueva aunque son bastante llevaderos, ya que la visita se hace de forma muy pausada. Se trata de una experiencia muy interesante y apta para casi todo el mundo (abstenerse personas con claustrofobia) que quiera descubrir esta maravilla de la naturaleza, declarada patrimonio de la Humanidad en 1986.
4. La costa galesa
Desde 2012 Gales, es la primera nación con un sendero que atraviesa toda su costa. Son casi 1.400 kilómetros de terreno acondicionado para poder recorrerlo a pie, cruzando once reservas naturales, y con algunas secciones aptas para realizarlas en bicicleta, razón por la cual fue declarado como uno de los mejores destinos de 2012 por la prestigiosa guía de viajes Lonely Planet.
El paisaje galés destaca por la combinación de playas de arena blanca y escarpados acantilados de belleza sublime. La ruta está muy bien señalizada y se divide por tramos de poca dificultad. Durante el recorrido podremos visitar el Pembroke Coast National Park, el único parque natural británico enteramente costero y que consta de múltiples servicios para senderistas, o realizar en familia la ruta de los castillos y abadías medievales que, por cierto, son incontables. Para los más arriesgados, entre caminata y caminata, se puede realizar escalada en los acantilados de la Península de Gower o, incluso, parapente.
5. Valle de Tarn en Francia
Una de las rutas más turísticas para senderistas es la del Valle de Tarn. Recorre antiguas poblaciones francesas desarrolladas durante la Edad Media, dotando al lugar de increíbles paisajes y senderos, y de una gran riqueza cultural. Además, tendremos la oportunidad de disfrutar de los placeres de la canoa en familia, mientras los más intrépidos lo hacen con el rafting, el barranquismo o el piragüismo en sus numerosos ríos.
Podemos elegir diferentes rutas y en todas ellas encontraremos una gran variedad de paisajes: los cerros de Gailac plantados de viñas en el norte o las colinas agrestes del Pays de Cocagne al sur, sin olvidar las gargantas de Aveyron y del Viaur. Siempre hallaremos algunas etapas con dificultad pero, en la mayoría de los casos, se pueden realizar en familia. Además, la zona ofrece actividades variadas como canoa, piragüismo,escalada por las paredes de la garganta o rutas en bici. Eso sí, hay que apuntar que quizás la zona se encuentra un poco masificada en verano.
6. La Selva Negra en Alemania
La Selva Negra es un macizo montañoso situado al suroeste de Alemania. Realizar senderismo es la mejor forma de conocer esta región famosa por sus paisajes bucólicos y sus pueblos con encanto. Como dato curioso, hay que destacar que la mayoría de la comarca conserva sus tradiciones y costumbre típicas, además de un carácter abierto y amable. Podremos encontrar viajes organizados para visitarlo sin problemas.
La Selva Negra ofrece varias rutas para caminantes de una dificultad media/fácil y, entre éstas, destaca la Ruta de los dos Valles que nos atraerá desde el inicio por su naturaleza salvaje, con unos paisajes de rocas, gargantas y las cascadas de los valles de Elztal y Simonswald. En el camino atravesaremos maravillas, como la cascada de Zweribach, la roca Huberfelsen o los valles cubiertos de prados y riachuelos de Elztal. Sin duda, una de las mejores opciones en pleno corazón de Europa para realizar turismo en un entorno natural.
7. Senderismo por Europa en los Lagos Plitvice de Croacia
Los lagos de Plitvice forman el parque nacional más grande (295 km cuadrados de extensión) que tiene Croacia y desde 1979 es patrimonio natural mundial de la UNESCO. Los lagos son conocidos por sus cascadas tobáceas, formadas en roca caliza y calcárea. El parque tiene disponibles diferentes rutas que están muy bien indicadas a la entrada del parque, donde podemos elegir entre duración, dificultad y distancia, combinando las caminatas con desplazamientos en barco o tren, que nos ayudará a visitar todo el parque. Es uno de los lugares que no deberíamos perdernos si nuestro viaje nos lleva a Croacia. Un recorrido que perfectamente está al alcance de todo el mundo y se puede realizar en familia.
8. Rutas por el Montblanc (Los Alpes)
La zona ofrece una gran variedad tanto en la dificultad como en el tiempo que queramos invertir. El Montblanc no puede faltar como uno de los lugares más codiciados para hacer trekking, quizás incluso masificado en verano. En este caso, tenemos la posibilidad de realizar un itinerario que da la vuelta completa a la cumbre más elevada de Europa Occidental a través de tres países: Francia, Italia y Suiza, con un total de 100 kilómetros aproximadamente y un desnivel acumulado de mas de 13.000 metros, apta para aquellos acostumbrados a hacer rutas de media montaña.
9. Creta (Grecia)
La isla más grande de Grecia está plagada de rutas que harán las delicias de cualquier senderista. Posee más de 250 gargantas por explorar y la gran mayoría tiene buena accesibilidad. El final de la primavera y el verano es la mejor época para visitarlas, ya que podremos descender la garganta y darnos un baño en una de sus maravillosas playas al final del recorrido.
Las gargantas más conocidas son las de Samariá y Agia Eirini. La primera es la más larga de Europa, se necesitan unas 5 horas para finalizarla, pero se trata de una ruta preciosa, con cambios notables en el paisaje y muy bien señalizada. La segunda es quizás la más espectacular y un poco más corta. En ambos casos y, sobre todo en verano, no debemos olvidar el calzado cómodo, la protección solar y una buena hidratación, aunque en la ruta de Agia Eirini encontraremos zonas de descanso donde podremos proveernos de agua gracias a varias fuentes. Estos son sólo dos ejemplos, ya que en Creta, además de una naturaleza imponente, podremos disfrutar de su gastronomía y la extraordinaria amabilidad de sus gentes.
10. Islandia, tierra de Hielo y Fuego
Si lo que buscamos es contrastes en nuestra ruta, sin duda Islandia es nuestra opción. Es un país en el que encontramos paisajes helados, volcanes, géiseres y fumarolas, campos de lava, etc. Podemos realizar trekking de Landmannalaugar, una ruta al sur de Islandia en la que apreciar todos los contrates del país y para la que hacen falta cuatro días para completarla entera. No obstante, mientras que los aficionados al trekking más expertos se pueden inclinar por hacerla completa, también es posible realizar alguna de sus etapas.
Igualmente tenemos la alternativa de realizar otro tipo de excursiones que nos ayuden a apreciar esta isla que para muchos es una gran desconocida, con diferentes grados de dificultad y al alcance de todos. Es importante si vamos a dormir en ruta reservar el alojamiento previamente si viajamos en verano, que es cuando la afluencia de viajeros es más alta.
11. Senderismo por los paisajes naturales de Eslovenia
Eslovenia tiene uno de los entornos naturales mejor conservados de Europa, por eso el senderismo es una de las actividades más populares, disfrutando de multitud de rutas a elegir, desde ligeros paseos cortos por los valles y las colinas hasta exigentes caminos asegurados en las altas montañas. Todas las rutas se encuentran bien señalizadas y los más aficionados tienen la posibilidad de contratar guías que los acompañarán y ofrecerán información detallada de la zona. Uno de los destinos más demandados es el Parque Nacional de Triglav, por el monte del mismo nombre, con una altura de 2.864 metros y que se encuentra dentro de los llamados Alpes Julianos.
12. Laponia: Cabo Norte y el lago Inari
El espectáculo de la aurora boreal es uno de los más bellos que se pueden contemplar. En Laponia tenemos un lugar como Inari, el centro cultural “Sami” mas importante de Laponia, que está situado en una de las zonas más salvajes y aisladas de Finlandia. Sus coordenadas, latitud 69ºN, longitud 28ºE, lo sitúan unos 300 km por encima del círculo polar ártico 66º33’N. Además, es el municipio mas grande de toda Finlandia, su territorio cubre mas de 17.000km cuadrados de naturaleza salvaje. Si viajamos en invierno, en lugar de recorrer sus senderos a pie, tendremos que pasarnos al trineo o las raquetas. La mayor dificultad de las rutas de la zona está sobre todo en lo despoblada que se encuentra, con lo que tenemos que cargar con todo el equipo necesario.
13. Las Highlands escocesas
Si existe un lugar de extraordinaria belleza y con unas rutas al aire libre espectaculares ese es, sin duda, Escocia. La variedad de paisajes que nos ofrece es única en el mundo y los aficionados al trekking podrán disfrutar de los espacios naturales más emblemáticos. Podremos elegir infinidad de rutas y, además, encontraremos bastante información y buenas señalizaciones. Una de las más recorridas es la West Highland Way, que comienza a las afueras de Glasgow y finaliza en Fort William, en pleno corazón de las Highlands. Consta de 152 kilómetros y podremos atravesar el conocido Lago Lomond (si de algo puede presumir Escocia es de lagos) hasta llegar a la montaña más alta del país, el Ben Nevis.
Pero si lo que queremos es tranquilidad y poca compañía, podemos optar por una ruta un tanto más solitaria, sobre todo durante los meses de verano, y sentirnos como Rob Roy McGregor, ya que, efectivamente, existe el “Rob Roy Way”, haciendo honor al que para muchos fue el Robin Hood escocés. Por supuesto no podemos obviar la Great Glen Way, cuyo recorrido, de Fort William a Inverness, pasa por el lugar más emblemático y misterioso de Escocia, el Lago Ness. Esta ruta también resulta interesante porque es una de las pocas que se puede recorrer en bicicleta.
Sin duda, Escocia es una de las mejores opciones para practicar senderismo, pero siempre teniendo en cuenta que debemos ir bien equipados, ya que el tiempo es tan variable como sus paisajes. El equipamiento en el trekking siempre es importantísimo, sobre todo cuando viajamos a lugares de los que no tenemos una referencia tan presente como en nuestro país. Es fundamental informarse bien previamente a realizar el desplazamiento.
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