Una actividad simple y gratis, que se puede realizar solo o en compañía
Ahora que empieza el buen tiempo ya si que no tienes excusa: saca tus deportivas, ponte algo cómodo, desconecta del whatsapp y dedica todos los días unos minutos a caminar. Es una actividad simple, gratis (no necesitas pagar una cuota de gimnasio), puedes realizarla solo o en compañía, sobre asfalto o césped y además ayuda a perder peso.
Aunque no todo es lucir cuerpo. No deberíamos extrañarnos si en la próxima receta de nuestro médico, en vez de poner “reposo e ibuprofeno cada 8 horas”, indica “caminar a diario 20 minutos” . Porque los beneficios de caminar son infinitos.
Aumenta nuestras defensas
Hay temporadas en las que nos resfriamos sin parar, pero esto podría cambiar si andamos unos minutos al día.
Tal y como revela un estudio de Harvard, en el que participaron 1000 hombres y mujeres, los que caminaban 20 minutos al día durante 5 días a la semana padecían un 43% menos de resfriados y gripe, y si enfermaban la duración era mucho más corta.
El Dr Ángel Bigas Bonamusa, experto en medicina deportiva y miembro de la Clínica del Corredor i Ciclista, nos explica que esto se debe a que “el ejercicio físico estimula la formación de glóbulos rojos (hematíes) y glóbulos blancos (leucocitos), los principales defensores de infecciones en nuestro organismo”.
Ayuda a controlar los ‘antojos’ de azúcar
Las situaciones de estrés pueden provocar que caigamos en la tentación de picar dulces. Pero, existe una forma de controlar esos antojos.
Así lo asegura un estudio realizado por la Universidad de Exeter en el que se llegó a la conclusión de que caminar 15 minutos al día puede frenar la ingesta de alimentos azucarados, como el chocolate, y alivia la ansiedad.
“Ir a pasear produce un efecto ansiolítico, al igual que mascar chicle mitiga las ganas de fumar. Ambas son alternativas más saludables” concluye el Dr. Ignacio Sitges Serra, especialista en medicina deportiva de Imesport.
¿Podemos luchar contra nuestra genética?
Combatir contra la constitución física y los genes parece una tarea imposible.
Sin embargo, según explican expertos de la Universidad de Harvard, en un estudio para el que se analizaron 32 genes relacionados con la obesidad de 12.000 personas, se descubrió que si se caminaba una hora al día se contrarrestaban los efectos de estos genes a la mitad.
Sitges coincide en que “los efectos del deporte son multifactoriales. Hay genes que favorecen algunas enfermedades, pero con determinados hábitos podemos rebajar la probabilidad de padecerlas”
Protege las articulaciones
Algo tan sencillo como caminar, puede aliviar los dolores articulares. El Dr. Jordi Monfort Faure, reumatólogo y director de la unidad de artrosis del Hospital del Mar, asegura que “dentro de las medidas no farmacológicas, andar refuerza la rodilla y las caderas, las articulaciones más afectadas por la artrosis. Algo muy recomendable en pacientes de cierta edad o con mucho peso”.
Y no solo eso, también reforzamos el cuádriceps. Por lo que, explica el experto, se reduce el dolor y se retrasa la evolución de la enfermedad. Además, los diferentes tejidos que integran la articulación mejoran su nutrición gracias al ejercicio regular.
Mejora nuestra vida social
Está muy bien eso de salir solo con tu música a hacer deporte, pero a veces la compañía puede ser crucial para acabar con la pereza y que se transforme en una tarea divertida y amena.
Para el Dr. Sitges Serra, caminar puede ser una actividad social y puede ayudar a personas con depresión. Eso se debe a que “produce endorfinas (las hormonas de la felicidad) que nos ayudan a sentirnos mejor. También puede proporcionar vitamina D, al ser una actividad que se realiza al aire libre, y evitar enfermedades como la diabetes del tipo 2”.
¿Cuál es la frecuencia recomendable?
Después de conocer todos estos beneficios, es probable que estés pensando cuánto tiempo debes sacar de tu día para caminar.
El especialista en medicina deportiva, Dr. Bigas, recomienda un promedio de 20-30 minutos al día en pacientes mayores, mientras que para los más jóvenes aconseja añadir ejercicios de mayor intensidad, como una hora de gimnasio o bicicleta.
En cuanto a la intensidad, la Nike master trainer, Paula Butragueño asegura que “debemos hacer un trabajo cardiovascular de intensidad baja (CAB, Capacidad Aerobica Baja). Dicha intensidad depende de cada persona, que suele estar entre el 55 y 65 de su frecuencia cardiaca máxima. En función de nuestra condición física hay quien lo consigue trotando o caminando suave, aunque siempre un ritmo con el que se pueda mantener una conversación”.
Via lavanguardia.com
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