¿Qué Pasa Si Tengo un Esguince de Tobillo?

martes, 1 de marzo de 2016 · Posted in

¿Te has torcido el tobillo y te duele al cabo de unos días? ¿Se te ha inflamado el tobillo? Si sospechas que puedes tener un esguince en el tobillo éste post es para ti. Los primero que debes saber es en qué consiste un esguince, para así poder saber si tu lesión se trata de un esguince o no.

¿Qué es un esguince de tobillo?

Un esguince es una lesión de los ligamentos que normalmente se manifiesta en forma de hematoma o de inflamación. El dolor que éste causa muchas veces impide mover la parte inflamada, dificultando el andar. El esguince No es un desgarro del tejido muscular. Muchas veces puede confundirse con la rotura de un hueso, pero el esguince afecta sólo a los ligamentos.

Síntomas de un esguince

    Dolor localizado
    Calor en la zona lesionada
    Imposibilidad o dificultad a la hora de mover la articulación
    Aparición de hematomas
    Aparición de hinchazón


    El dolor que provoca un esguince es mayor pasadas 24 horas, ya que la articulación se enfría.

Si crees que puedes tener un esguince, lo primero que debes hacer es consultar a tu médico, ya que en la mayoría de casos es necesaria una radiografía para saber si se trata de un esguince o de una rotura ósea. Si se trata de un esguince, la radiografía también ayuda a saber de qué grado de esguince se trata.

Las causas de un esguince en el tobillo pueden ser muchas y muy variadas. En tu día a día puedes torcerte el tobillo andando por la calle, saltando, en las escaleras, usando tacones, practicando deporte…

Los esguinces se clasifican por grados. Estos grados nos definen su gravedad, y dependiendo de qué grado se trate es más recomendable un tratamiento u otro.

Esguinces de tobillo de 1r grado

Son los más leves. Tratan de una distensión parcial de los ligamentos, que no conlleva rotura del ligamiento ni desprendimiento del ligamento con el hueso. El tobillo suele estar un poco hinchado, y en muchos casos en la radiografía no se aprecia la lesión.

Tratamientos para el esguince de 1r grado

Los tratamientos más usados en los esguinces de 1r grado son una ligera inmovilización de la articulación, mediante una férula, vendas compresivas o algún tape. La inmovilización debe ser realizada por un profesional. Ésta inmovilización puede complementarse con el uso de fármacos (siempre con receta del médico) si el dolor es muy agudo o con fisioterapia. Mientras dure el tratamiento, no debes practicar deporte, y debes reposar en la medida que puedas. El tiempo de recuperación suele ser corto, entre 10 y 20 días. Una vez superado este período de reposo, el paciente puede volver a hacer vida normal, esto sí, si se practica deporte, éste debe empezar siendo suave, y el paciente debe sentir si la lesión está perfectamente curada o le sigue doliendo. Aprende a escuchar tu cuerpo. De ésta forma evitarás muchas lesiones. Los esguinces de 1r grado no suelen dejar secuelas.

Esguinces de tobillo de 2º grado

Se distinguen de los esguinces de 1r grado porque éstos sí que suponen la rotura, total o parcial, de los ligamientos. Normalmente impide los movimientos de la articulación y el dolor es más fuerte que en los anteriores. En éste caso de esguinces, la hinchazón del tobillo es inmediata. En algunos casos, la rotura de los ligamientos puede ir acompañada de la rotura de algún hueso.

Tratamiento de los esguinces de 2º grado

En éste tipo de esguinces, se debe estudiar la posibilidad de que sea necesaria la intervención quirúrgica. Para tomar éstas decisión, el doctor deberá ayudarse de una radiografía. Si ésta no es necesaria, se deberá inmovilizar la articulación debe forma total. Normalmente se inmoviliza el tobillo con la ayuda de una escayola o de una férula dorsal. En éste caso también se pueden usar algunos fármacos como antiinflamatorios, ya que el dolor es mayor. Pero recuerda que siempre debe ser prescrito por el doctor o doctora que te atienda. El tratamiento de inmovilización de la articulación suele ir entre los 20 y 40 días, intentando hacer reposo durante este período. La recuperación suele ser total, aunque en algunos casos puede dejar ciertas molestias una vez superado el período del tratamiento. Estas molestias o dolores puedes reducirlos con la ayuda de la fisioterapia o de ejercicios que consistan en estirar los ligamientos.

Esguinces de tobillo de 3r grado

Como podéis suponer, éstos son los esguinces de mayor gravedad que existen. Los esguinces de 3r grado suponen la rotura total de los ligamientos y el arrancamiento óseo. Cuando tiene un esguince de éste grado te resulta imposible mover la articulación.

Tratamiento de los esguinces de 3r grado

En la mayoría de estos casos, es necesaria la intervención quirúrgica. La radiografía ayudará al doctor a saber si también se ha roto algún hueso o no. Después de la intervención el paciente deberá reposar varios días y mantener la articulación inmovilizada durante algunas semanas. En algunos casos puede llegar a inmovilizarse el tobillo durante más de un mes, ya que los ligamientos suelen tardar unas ocho semanas o más en cicatrizar. Así que debes tener paciencia, y no debes tener prisa en querer volver a la normalidad antes de los prescrito por el médico, o a la larga podrás tener más secuelas o más graves. En la mayoría de los casos los esguinces de 3r grado dejan secuelas, que pueden ser moderadas o graves. Estas secuelas son principalmente dolor, inestabilidad de la articulación, fragilidad… Una vez la articulación ya no está inmovilizada es muy recomendable la rehabilitación y ejercicios para fortalecer los ligamientos (que han estado mucho tiempo sin trabajar y se han debilitado) y evitar más lesiones.


Más tratamientos para esguinces de tobillo

    Reposo.
    Aplicar hielo justo después de la lesión, para evitar el dolor y reducir el hinchazón.
    Compresión mediante vendajes para inmovilizar un poco la articulación. Si aprietas demasiado el vendaje aumentas el riesgo de gangrena.
    Elevación del tobillo para así reducir la hinchazón.
    Rehabilitación, te ayudará a fortalecer los ligamientos y a ganar movimiento en la articulación.
    Toma de medicamentos, sobre todo inflamatorios, para reducir el dolor, pero SIEMPRE con prescripción del médico.
    Fisioterapia.
    Masajes para drenar la articulación, que muchas veces se realizan con la ayuda de ultrasonidos.
    Ejercitar la musculatura para evitar la aparición de nuevas lesiones.


Via quepasasi.es

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