Un estudio del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol (IDIAP Jordi Gol) analiza la relación entre la actividad física en el tiempo libre y la enfermedad arterial periférica como predictora de futuros episodios cardiovasculares y cerebrovasculares.
La enfermedad arterial periférica es el conjunto de signos y síntomas que se manifiestan cuando se produce una disminución del flujo sanguíneo en una extremidad. La manera de detectar esta enfermedad es a través del llamado índice tobillo-brazo, que se mide con un pequeño instrumento (Doppler) de bolsillo, que divide la presión arterial del tobillo por la del brazo.
El estudio ARTPER¹ del IDIAP ya demostró que los pacientes con enfermedad arterial periférica tienen, en 10 años, entre dos y cuatro veces más riesgo de morir o de presentar eventos cardiovasculares que los pacientes sin enfermedad arterial periférica. Este nuevo estudio, partiendo de la cohorte del ARTPER, demuestra que hacer actividad física disminuye los índices tobillo-brazo y, por tanto, mejora la enfermedad arterial periférica.
La enfermedad arterial periférica tiene una prevalencia que varía entre el 3,7% y el 8,5% de la población general. Su incidencia aumenta en pacientes con factores de riesgo cardiovascular como son: la edad, ser hombre, fumar, padecer diabetes, tener hipertensión arterial (HTA), y / o dislipemia.
El estudio
El estudio "Relación entre actividad física en el tiempo libre y el índice tobillo-brazo en población general española: estudio ARTPER" ², se hizo en 26 centros de salud del ICS y dos de Badalona Gestión del área metropolitana de Barcelona y el Barcelonés Norte sobre una población de 3.786 sujetos mayores de 49 años.
Se invitó a los pacientes a participar en el estudio a través de entrevista telefónica y se les citaba para una visita donde se registraban medidas antropométricas (peso y talla), variables demográficas (edad, sexo, nivel estudios, trabajo), tratamientos farmacológicos, antecedentes de HTA, colesterol, diabetes, tabaquismo, índice tobillo-brazo, y actividad física (del tipo: caminar, trabajar en el huerto, hacer deporte o bailar, subir escaleras, ir de compras a pie, limpiar la casa) con la frecuencia y duración.
El 52% de la muestra estudiada eran mujeres con una media de edad de 64 años. La gran mayoría, un 71% tenían estudios primarios, sólo el 24,7% trabajaba. Un 6,3% presentaba enfermedad arterial periférica. Respecto a la actividad física, en conjunto dedicaban unas 6,48 horas a la semana a caminar, unas 3,63 horas a hacer limpieza de la casa, 0,81 horas a la semana a ir a la compra andando, y sólo 0 , 52 horas a la semana a hacer deporte o bailar.
Es destacable la diferencia entre sexos en la actividad de limpiar la casa y caminar, en que son las mujeres las más implicadas, aunque con la edad disminuía su actividad. La mitad de la muestra no sube nunca escaleras.
Los autores del estudio, investigadores del IDIAP, afirman: "hemos podido observar que las personas más sanas son aquellas que hacen más actividad física, y que caminar más de una hora al día tiene un efecto protector superior a caminar solo 30 minutos o menos". Igualmente destacan que "al incrementar la actividad física mejoran los resultados del índice tobillo-brazo; por lo tanto, mejora la enfermedad arterial periférica independientemente de la edad, el sexo, el nivel de estudios, el trabajo, el tabaquismo, la HTA, el colesterol o la diabetes". Así, concluyen que "los profesionales sanitarios de la atención primaria deberían animar a sus pacientes a incrementar la actividad física con acciones tan sencillas como son caminar o subir escaleras".
Via sietediasmedicos.com
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