Aunque siempre decimos que hay que hacer deporte para mantener un estilo de vida saludable, algunas veces nos olvidamos de lo más básico, de establecer unos cimientos... Hablamos de caminar, una actividad física que, en nuestro mundo de prisas, descuidamos y no le dedicamos la suficiente atención. Así que no está de más recordar los diez beneficios que nos ofrece este sencillo acto. ¡Hagamos que caminar vuelva a estar de moda!
"Caminar estimula los sentidos, ayuda a relajarnos, a respirar mejor y favorece la comunicación". El Instituto DKV de la Vida Saludable nos da las claves para disfrutar de la vida... Caminando. Una actividad física fácil pero que, extrañamente, está en desuso...
Y es que los beneficios que aporta la práctica de caminar van más allá de conseguir una buena forma física. Preveniremos la obesidad y las enfermedades crónicas. Así, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay que tener actividad física moderada a diario: un mínimo de 60 minutos en la población infantil y adolescente y de 30 a 60 minutos en la población adulta. Y para conseguirlo, nada mejor que caminar al menos 30 minutos todos los días.
Estos son los diez beneficios de caminar que nos trae el Instituto DKV de la Vida Saludable:
1. Es algo muy fácil de practicar: La posibilidad de caminar con ambas piernas es una de las actividades físicas más básicas de la especia humana. Caminar es un comportamiento innato, que los recién nacidos adquieren progresivamente de forma natural. En los adultos sanos es una forma excelente de practicar actividad física, apta para todas las edades.
2. Nos ayuda a respirar mejor para oxigenar el cuerpo: Al estar rodeados de un agradable entorno, aprendemos a estar atentos a nuestra respiración, a hacerlo profundamente y a notar como oxigenamos todo nuestro cuerpo. Mientras todo el cuerpo se mueve al caminar, el oxígeno llega a través de nuestra sangre y le da energía a nuestros músculos y se mejora la capacidad pulmonar y cardiovascular.
3. Mejora nuestra condición física: Caminar ayuda a combatir enfermedades. Mejora el sistema inmunológico, la densidad y calidad de los huesos, aumenta el flujo sanguíneo y nuestro nivel de energía, mejora la agilidad y estimula el crecimiento en los niños y las niñas. Además, previene el desarrollo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares, como la diabetes y la hipertensión, y mantiene la función de las articulaciones. También es una de las formas de prevención del sobrepeso y la obesidad.
4. Estimula los sentidos mientras disfrutamos del entorno: Caminando podemos aprender a utilizar los cinco sentidos. Por ejemplo, oler las flores, sentir la brisa en la piel y escuchar el viento entre las ramas. Convierte caminar en un hábito ameno, saludable y muy agradable.
5. Estimula el cerebro al descubrir los elementos de nuestro entorno: Caminando podemos elegir un tema para descubrir cada vez: pájaros, insectos, flores, árboles, etc. Además, aunque se realice en diferentes ocasiones el mismo recorrido, siempre se pueden descubrir nuevos aspectos como la luz y la flora cambiante o el movimiento de las nubes.
6. Favorece la cooperación y mejora la comunicación con los tuyos: Realizar actividad física en familia favorece aspectos como la cohesión familiar, la comunicación e interacción, así como la transmisión de valores como la perseverancia, la cooperación y el trabajo en equipo y mejora la sociabilidad. Un ambiente relajado beneficia el hecho de comentar no solo aquello que nos rodea sino también los asuntos cotidianos de nuestro día a día.
7. Nos sentiremos mejor física y anímicamente: La actividad motora es necesaria para que uno se sienta bien. Después de realizar actividad física se tienen más ganas, fuerza y ánimos para continuar con nuestras actividades cotidianas. Caminar mejora la sensación de energía, la autoestima, la capacidad de relacionarnos con otras personas y de trabajar en equipo. En conclusión, nos ayuda a tener una visión más positiva de las cosas. Para muchos, un paseo relajado representa una oportunidad para meditar y conectar con su lado espiritual.
8. Nos relaja y nos permite descansar mejor: Caminar ayuda a reducir los síntomas físicos del estrés. Favorece la relajación de la musculatura y de la mente, de manera que después el cuerpo descansa mejor y nuestro sueño es más reparador. Con un buen descanso, al día siguiente tendremos más ganas de estudiar o trabajar, nos relacionaremos mejor, prestaremos mayor atención y tendremos mayor capacidad de concentración. También estaremos físicamente más activos y con un mejor estado emocional. ¡Un 'descanso saludable' nos aporta numerosos beneficios a nivel físico, psicológico y social!
9. Nos ayuda a planificar: Caminar se puede planificar para realizar actividad física habitualmente, convirtiéndolo en una costumbre. Lo debemos tomar no como una obligación, sino como un placer. Hay que preparar la salida teniendo en cuenta los elementos básicos de comodidad y seguridad como por ejemplo, utilizar calzado adecuado y cómodo y ropa más bien holgada. Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son los horarios más adecuados para evitar insolaciones, deshidratación y otros daños en la piel.
10. Incorpora nuevos hábitos para compartir en familia: Caminar es una de las actividades saludables que se puede realizar de forma grupal y que permite difundir un estilo de vida saludable. Por ejemplo, si los padres transmiten a sus hijos la ilusión por realizar una determinada actividad física como caminar, éstos incorporan esos buenos hábitos por identificación y mimetismo con sus padres.
Via mujerhoy.com
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