Si entre tus propósitos de año nuevo está hacer más ejercicio, apuntarte al gimnasio o salir a correr son las opciones más inmediatas. Sin embargo, puede darte pereza comenzar con ellas y el resultado es que al final acabas por no hacer nada. Existe una opción con la que vencerás la pereza con seguridad, ya que aparentemente no diríamos que estamos haciendo el mismo ejercicio, aunque podamos quemar tanto como en el gimnasio. Hablamos del Power Walking, una opción que puede resultar igual o más completa a nivel muscular y de consumo de energía que correr.
Vamos a ver las ventajas de este deporte, una alternativa muy completa y saludable para aquellos que llevan mucho tiempo sin hacer ejercicio, pero sobre todo una forma de ponerse a tono muy disfrutable y entretenida, que haremos casi sin darnos cuenta. Si te interesa este deporte urbano o cualquier otra práctica para mantener un cuerpo saludable en la ciudad de forma divertida, apúntate a nuestra Newsletter para recibir lo más significativo de nuestras publicaciones.
Yo ya salgo a andar, ¿estoy haciendo Power Walking?
Correr tiene su técnica, el Power Walking también. Casi cualquier persona puede practicarlo, incluso aunque todavía no esté muy en forma o aunque no posea unas buenas condiciones físicas, pero hay que saber cómo. Antes de empezar, vendrá bien calentar y al terminar no estará de más estirar un poquito.
Para que se trate de Power Walking y no solamente de andar, tenemos que mantener una buena postura, con los hombros atrás, la punta del pie hacia arriba, la cabeza y el pecho elevados y la mirada al frente. Si mantenemos el abdomen y los glúteos activos, es decir, ligeramente contraídos, conseguiremos mucho más. Los brazos también se convertirán en activos, moviéndose a los lados del cuerpo.
La velocidad del paseo también aumenta con respecto a una salida normal a caminar, para lo que es bueno elegir una música muy dinámica que nos marque el ritmo. No hay que detener nunca los pasos, aunque sí son buenos los cambios de ritmo. Según la capacidad de cada uno, podremos adaptar las sesiones, que generalmente se recomienda que duren entre 45 y 60 minutos. No se trata de hacer marcha atlética, pero sí de caminar con energía, de forma consciente, fijándonos mucho en cómo está nuestra postura y nuestros músculos.
Beneficios del Power Walking en mi salud y en mi forma física
Los beneficios de estas caminatas cargadas de energía son varios, tantos que incluso en el aspecto psicológico podemos llegar a sentirnos mejor. Por un lado, aumenta la capacidad cardiorrespiratoria, disminuye la tensión arterial y el riesgo de enfermedades coronarias. Puede llegar a retrasar la osteoporosis.
Por otra parte, se tonifican los músculos de la zona central e inferior, aumenta la masa muscular y la flexibilidad, fortalece las articulaciones, mejora la respuesta inmunológica. Al trabajar al 65/75 por ciento de nuestra frecuencia cardíaca, comenzamos a quemar grasa y en una sesión bastante activa de Power Walking se pueden perder, por ejemplo, unas 400 calorías.
Por otra parte, cuenta con una ventaja con respecto al running, que no solo se refiere a la facilidad o menor exigencia técnica, sino directamente a la salud. No existe el momento “de vuelo”, es decir, nunca están ambos pies despegados del suelo. Así, se evita el aterrizaje y el impacto que este tiene en las articulaciones.
Tomátelo como una nueva forma de conocer la ciudad
Lo mejor del Power Walking es que integramos sin problema su práctica entre nuestras actividades sin sentir que dedicamos una hora al día a hacer deporte, durante la cual no nos divertimos. Este ejercicio es entretenido, informativo y hasta práctico… pues podríamos incluso acudir a un lugar al que tenemos que ir, puede servir para pasear al perro…
El trabajo previo a las salidas, además de pasar por hacer algún estiramiento, también puede ser una planificación. Con el plano de la ciudad delante, plantéate las zonas que menos conozcas, a pesar de no tenerlas tan lejos. A lo mejor hay una urbanización por la que no sueles pasar, ya que no cuenta con establecimientos que te obliguen a acercarte; o una zona universitaria, mucho más verde que la de tu barrio; una serie de parques que casi parece que se enlazan unos con otros… seguro que puedes diseñarte varias rutas para que no solo se te hagan variadas las salidas, sino que incluso conozcas nuevos lugares, por muchos años que lleves en la ciudad.
O te lo puedes tomar como un juego: una búsqueda del tesoro, de huevos de pascua, una ruta temática centrada en algo que te gusta, un reto planteado por otras personas que compartan esta afición… Existen apps para móviles que te facilitan estas formas de divertirte corriendo que se pueden aplicar igualmente a las caminatas. Busca otras personas que quieran salir a hacer Power Walking contigo, la compañía te motivará y te hará pasar un mejor rato.
Es importante que te diseñes las rutas para asegurarte de que podrás moverte a una velocidad ágil de forma cómoda. Si caminas por las calles más concurridas de tu ciudad o por zonas de tiendas, colegios, bares… te resultará difícil continuar siempre con tu velocidad elevada y tendrás que esquivar a personas, mobiliario urbano, etc… Por ello es interesante que encuentres parques, paseos de varios kilómetros de largo, la playa, carriles ciclables de uso mixto…
También lo puedes hacer en el gimnasio o en casa, si dispones de una cinta de correr. Incluso en algunas oficinas ya han incorporado maquinaria de gimnasia que permiten ponerse en marcha mientras se asiste a una reunión o se resuelven algunos asuntos de trabajo. Los músculos que se trabajan si se hace sobre cinta son algo diferentes a los que ejercitamos al andar al aire libre.
El Power Walking se ha puesto muy de moda y ya lo practican muchos famosos de Hollywood. Si todavía no has retomado la rutina del ejercicio tras las vacaciones y los excesos de las fiestas, a lo mejor esta es tu opción. Ya sea en solitario, acompañándote de tus auriculares y de tu música, o en compañía, seguro que lo disfrutarás.
Fuente vive00.sanmiguel00.es
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