La marcha deportiva, también llamada marcha rápida o sportive walking (caminar rápido), es un deporte que se practica a un ritmo más sostenido que la marcha cotidiana (el caminar habitual del día a día). Por lo tanto, hay que trabajar la respiración, la resistencia y casi todos los músculos del cuerpo.
Este deporte, a diferencia del senderismo, se practica en un terreno sin desnivel y, por ello, básicamente urbano: en parques, paseos costeros, estadios o incluso sobre una cinta de correr.
La marcha deportiva puede tener un ritmo variable en función de los objetivos de cada uno. La velocidad de la marcha puede ir de 5 a 10 km/h. Los practicantes de la marcha deportiva realizan sesiones que van de 30 minutos a varias horas, y la frecuencia depende también de los objetivos fijados, aunque puede llegar a varias sesiones por semana.
Los objetivos principales de los marchadores son: sentirse bien y mantenerse en forma. Y mejorar el rendimiento.
El primer objetivo permite que los practicantes cuiden su cuerpo y su salud. Si persigues este objetivo, irás, por ejemplo, a dar un largo paseo a ritmo moderado, por la tarde o el domingo, para oxigenarte y mantenerte en forma.
El segundo objetivo requiere una práctica más constante, y exige caminar regularmente y a buen ritmo para quemar calorías, realizar un esfuerzo, desarrollar los músculos y, sobre todo, lograr superarse y conseguir buenas marcas.
Una de las principales ventajas es que puede practicarse casi en cualquier sitio, con cualquier tiempo y con muy poca inversión en material: ¡Unas zapatillas adaptadas y ya está!
En cuanto al cuerpo y la salud, la marcha deportiva es una actividad física beneficiosa, ya que trabaja muchos músculos del cuerpo. Tiene todas las ventajas de otros deportes, como el running o el ciclismo: prevención de la diabetes y de las enfermedades cardíacas, consumo de energía... Y tiene menos inconvenientes, lo que es precisamente su punto fuerte, es decir, es suave y accesible: efectivamente, se trata de uno de los deportes con menor impacto negativo sobre el cuerpo y las articulaciones, con lo que se reduce el riesgo de sufrir lesiones.
La marcha, que permite quemar casi 300 calorías en una hora, a un ritmo de 6,5 km/h, es ideal para mantenerse en forma. Además, puedes llegar a quemar más calorías simplemente acelerando el ritmo: ¡380 calorías/hora por encima de los 8 km/hora! Para que tengas una idea de lo que eso representa, ten en cuenta que equivale a las calorías que se queman corriendo al mismo ritmo o con una hora de danza rápida o de aerobic en el gimnasio.
En la marcha deportiva, los movimientos son más marcados que en la marcha cotidiana. Se camina más ágilmente y los pasos son largos y rápidos. Al dar un paso, en el apoyo del talón se necesita amortiguación para absorber el impacto del talón en el suelo. Observarás también un ligero movimiento de retroceso de la parte posterior del pie, debido a la velocidad. Luego el pie se despliega y está en contacto permanente con el suelo, y forma una especie de diagonal, desde el talón hasta que se impulsa de nuevo a partir del dedo gordo. En este caso se necesita estabilidad en toda la longitud de la suela de la zapatilla, describe running.es.
Via elpatagonico.com
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