Como los seres humanos son una especie bípeda, caminar es su principal medio de locomoción. Si caminas todos los días hacia tus necesidades básicas, tales como el trabajo, el ejercicio o simplemente por ocio y placer, es fácil dar por sentada la biomecánica de este proceso fundamental. Sin embargo, caminar implica una serie dinámica de acciones que involucran a una cadena de huesos, músculos y nervios para trabajar juntos para tu eficiencia y tu comodidad en cada paso.
Los músculos involucrados en la caminata
Los principales músculos que facilitan el caminar son los cuádriceps (quadriceps) y los tendones de los muslos (hamstrings in the thighs), los músculos de la pantorrilla (calf) de las piernas y los aductores de la cadera (hip adductors). El glúteo (gluteal) y los músculos abdominales (abdominal muscles) también juegan un papel importante en el movimiento hacia adelante. Según May P. Liu y sus colegas en un artículo para el "Diario de Biomecánica", publicado en 2006, "Los músculos permiten caminar ya que contribuyen a mantener la posición erguida y la progresión hacia adelante", lo que significa que el sistema muscular de todo el cuerpo contribuye al movimiento de march en un momento dado.
Los huesos que soportan la caminata
Los huesos que soportan la caminata incluyen a aquellos de los pies tales como los metatarsianos (metatarsals), el tarso (tarsal) y los huesos de las falanges (phalanges bones); los huesos del tobillo (ankle); los huesos de las piernas (legs) que incluyen el fémur, el peroné (fibula), la tibia y la rótula (patella), y los huesos de la cadera (hipbones). Por supuesto, todos estos huesos apoyan el movimiento al caminar, pero, además, caminar ayuda a fortalecer el sistema esquelético del cuerpo. Caminar es una actividad segura de levantamiento del propio peso y de bajo impacto, cada vez que tomes un paseo, estarás construyendo huesos más fuertes.
Los nervios que envían mensajes durante la caminata
La médula espinal (spinal cord) es una central de información fundamental en cuanto a los nervios involucrados en la marcha. Los nervios espinales en la base y por dentro de la médula espinal afectan directamente el movimiento al caminar. Los nervios específicos que apoyan la movilidad fundamental del cuerpo son los nervios espinales torácicos (thoracic spinal nerves), los nervios espinales lumbares (lumbar spinal nerves), los nervios espinales cervicales (cervical spinal nerves) y los pequeños nervios espinales sacros (small sacral spinal nerves). Todos estos nervios trabajan para enviar mensajes neurológicos a las fibras adecuadas que permiten impulsarte hacia adelante cuando lo deseas.
Mantenerte saludable para caminar
Caminar sin dolor y, también, con gusto, puede ser la piedra angular de una buena salud básica. Mientras cuides de tu cuerpo, y si no hay componentes genéticos o lesiones graves, deberías ser capaz de caminar con facilidad hasta que seas una persona entrada en años. Haz una dieta saludable y equilibrada, mantén un buen peso, fortalece los huesos haciendo ejercicio con regularidad con actividades de soporte de peso (weight-bearing) y asegúrate de llevar calzado para caminar y reemplazarlos con regularidad.
Via livestrong.com
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