Caminar como actividad física cotidiana tiene muchos beneficios a quien lo practica. Las largas caminatas tienen su propio encanto, veamos qué sucede cuando se realiza una ruta de 100 kilómetros, así como los consejos básicos para hacerla con seguridad y disfrutarla.
Hace unos años no imaginaba que pudiera estar tan interesada e inmersa en estos temas, creo que sucedió lo que muchos otros caminantes dicen al respecto: es como una droga, una vez que te gusta ya no puedes dejar de hacerlo. Justo esto lo escuché hace una semana cuando hacía la ruta anual que hago junto con mi pareja. Nos sentamos a desayunar después de caminar 4 horas en la madrugada y el vecino de mesa, que también fue vecino de acampada, dijo esa frase que no he dejado de escuchar durante estos, mis primeros años como caminante.
Senderismo, hiking, excursionismo, trekking, ¿peregrinaje?
Hay muchos términos como los aquí descritos que tienen ciertas características parecidas, algunas diferencias, y en muchas ocasiones no se distingue la frontera entre una y otra actividad. Veamos:
Senderismo se refiere a la actividad que se realiza a pie en la que se recorren, muchas de las veces, senderos ya establecidos para este fin. Esta actividad deportiva se caracteriza por ser no competitiva. Hiking es el nombre con el que también se designa esta actividad.
Excursionismo se refiere a la actividad en la que se hacen travesías que combinan distintos terrenos, en ocasiones sin senderos preestablecidos. Generalmente también es una actividad que se realiza a pie (trekking) y que toma varios días, así que se precisa acampar.
¿Peregrinaje? Sí, bueno, una ruta que realizo es la Ruta del Peregrino de Talpa, en mi estado natal, Jalisco, México. Las rutas peregrinas tienen un fin religioso y hay muchas alrededor del mundo, se distinguen por tener como meta un lugar que se considera sagrado. En esta ruta de Talpa muchas personas pagan mandas o promesas que hacen a la Virgen del Rosario de Talpa por favores o bendiciones que recibieron. En lo personal no soy católica, ni hago la ruta con fines religiosos, sin embargo, el recorrido es muy interesante por los lugares que se visita, por lo complicado del camino y los retos físicos que supone una ruta tan heterogénea como esa.
La ruta "oficial" suma 117 kilómetros, muchas personas van en bicicleta o a caballo, siendo el mayor número de personas las que van a pie. Desde principios de cada año hasta Semana Santa es cuando la gente acostumbra a hacer la ruta. En realidad se puede hacer cuando se guste, dado que la ruta está trazada, pero las comodidades de encontrar agua y comida con facilidad no estarán presentes.
¿Y qué sucede entonces?
Caminar supone una actividad física básica, incluso ordinaria y sin embargo compleja, llena de sorprendes beneficios físicos y mentales. Caminar en sí como actividad física cotidiana trae consigo muchas ventajas en la salud. La presión arterial, el corazón, el cerebro, el sistema inmunológico se fortalecen al caminar. Además, la quema de grasas es mucho mayor incluso que al correr. Fortalece el sistema óseo y mucho más.
Cuerpo y mente
Ahora bien, en una caminata larga también nos supone grandes beneficios y nos exige un desgaste físico mayor. Y si hay algo que te puede hacer pasar un mal rato es la mente. Hace muchos años en un parque de diversiones me subí a la montaña rusa de Batman, luego de hacer dos horas de fila y por fin subirme al carrito tuve miedo, mucho, y en la mente solo me repetía "¿por qué me subí, por qué me subí? Algo parecido pasa cuando la mente nos juega malas pasadas en medio de una ruta que parece que no se acabará. La mente dirá, por su cuenta, que el esfuerzo que estamos haciendo es ridículo, que ya quiere parar y buscará muchos recursos para que detengas el paso. Me atrevo a decir que lo más difícil de caminar largas rutas es el desgaste que puede hacer tu propia mente.
Ahora bien, si logras mantener un equilibrio en esta situación (lo cual se traduce en ejercitar tu autocontrol), llegará el momento al que muchos caminantes explican como un estado meditativo. Nada más cercano a la verdad, sea por los pasos constantes, por el montón de hormonas que ya corren en el cuerpo, porque la mente se vence y se dedica a otras cosas, o porque la compañía es grata y escuchas como sólo escucharía Momo: con toda tu atención, estarás en un estado que solo se compara a cuando meditas y con los sentidos muy atentos que harán lecturas muy subjetivas de lo que sucede a tu alrededor. No hay pláticas tan ricas como las que haya tenido caminando, y tal vez esto es lo que muchos escritores y filósofos han experimentado al salir a caminar para pensar. De hecho se asegura que caminar te ayuda a pensar mejor.
De locos
Decía líneas arriba que caminar es como meditar, de hecho los estados mentales que se consiguen con ambas actividades podría decir, por experiencia personal, que son parecidos. Hace poco conocí a un caminante, él vende comida y tenía fotos de montañas y senderos, su cuerpo lo delataba como aficionado a caminar: delgado, fuerte y bronceado. Ese señor de al menos 60 años goza de una salud que no teme presumir y se le nota. Él nos comentó que "caminar es de locos", que muchas veces le dicen: ¿qué es exactamente lo que haces allá en los cerros?, caminar, contesta, solo caminar. Algo muy parecido a lo que Barney Stinson explica sobre cómo se corre un maratón (con todo y el final, más o menos así se termina luego de una larga caminata).
Sí, así tan sin chiste, tan sin metas estrafalarias. Lo más difícil es encontrar con quien hacerlo porque las personas cansadas, con sus mentes jugándoles malas pasadas no siempre son buena compañía. Dice el refrán, "si quieres conocer a Inés vive con ella un mes", yo diría "o camina con ella un par de días". Una persona al extremo te dejará ver como es, como realmente es, si se tranquiliza, si le gana el orgullo y no pide descansos, si es responsable de su dolor y de sus quejas, si no para de hablar o si sabe cuando callar, si se adapta a las situaciones adversas o estás ante un chiquillo(a) llorón que se queja de todo. Mejor que miles de test de personalidad, terapias y horóscopos juntos. Garantizado.
Equipo y cuidados
Depende mucho la característica de la caminata que vas a realizar para saber que llevar, sin embargo la primera regla general es que solo cargues lo necesario, ni una cosa extra por pequeña que sea. Para saber que llevar es necesario conocer cuánto tiempo toma la ruta y sobre todo: saber que cuándo y dónde tendrás hidratación en el camino. Por ejemplo, hay dos recorridos que por lo menos realizamos al año, uno es la peregrinación de poco más de 100 kilómetros. La segunda ruta es a través del Bosque de la Primavera, también en Jalisco, y que suma al rededor de 50 kilómetros, este último recorrido nos toma 11 horas aproximadamente, la otra ruta de 3 a 4 días. No solo se trata de los kilómetros, como podemos ver, sino de las características del terreno, en la de 100 kilómetros subimos dos montañas, es por esto que debemos tomar descansos más largos; la ruta del Bosque es mucho más regular, solo hay pequeñas colinas, así que podemos avanzar muchos más kilómetros por día.
Lo que siempre has de escuchar, y es muy cierto, es que el calzado es básico, deben ser zapatos cómodos y preferentemente con suelas que tengan buen agarre. Muchas marcas de tenis y de calzado para senderismo tienen opciones para todos los gustos y bolsillos. La ropa, del mismo modo, debe ser cómoda y que te proteja del sol. Para los chicos, la ropa interior debe ir pegada al cuerpo, el roce constante si se usa boxers puede causar heridas innecesarias y dolorosas. Así mismo, calcetines y ropa limpia para cada día pueden ser la diferencia entre una buena o mala experiencia. El mejor tip que he recibido hasta ahora es este: solo quítate los zapatos cuando ya vayas a dormir o a descansar por mucho rato, esto evita que te salgan ampollas.
Sobra mencionar que hay que mantenerse hidratados todo el tiempo, esto hará que tu cuerpo resista y tu mente no te juegue más malas pasadas. Las bebidas deportivas son una buena opción, los sueros y los jugos naturales. También la fruta seca y los chocolates para activar la energía.
Lo mejor es conocer antes la ruta o ir con alguien que la conozca, sobre todo si no hay senderos trazados. Descansar lo necesario es importante y si es seguro caminar de madrugada es una experiencia inigualable, para esto necesitarás linternas, de preferencia de las que se ponen en la cabeza o en el cuerpo, evita cargar cosas en la mano salvo un bastón de caminar si así lo prefieres, lo que llevas en la mano se "vuelve" mucho más pesado al avanzar la ruta. Evita caminar en los horarios de sol más intenso, esto te ayudará a disfrutar más tu camino y ahorrarte un desgaste innecesario. Cuando puedas estírate de forma suave para evitar calambres, el mejor estiramiento que me ha servido es el de la posición perro boja abajo de yoga.
Por último, luego de tu caminata descansa lo necesario, si se hincharon tus pies son recomendables las pomadas calientes y descansar los pies en agua tibia con sal para relajarlos, sigue usando zapatos cómodos y estírate ocasionalmente. Con cada ruta recorrida la recuperación será cada vez más rápida. Ahora bien, si te animas a caminar o ya lo haces, sean rutas largas como caminatas diarias, comparte en los comentarios tus experiencias.
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