Un estudio sugiere que caminar 15 minutosayudaría a las personas con sobrepeso a controlar, por lo menostemporalmente, el deseo de comer productos dulces calóricos.
"Esta investigación demuestra que una caminata a paso rápidosirve como una estrategia para reducir momentáneamente el deseode comer", dijo Adrián Meule, psicólogo de la Universidad delRuhr, Bochum, Alemania, y que no participó del estudio.
La Organización Mundial de la Salud estima que en el mundoviven casi 2.000 millones de adultos con sobrepeso u obesidad,que eleva el riesgo de muerte prematura, dificultadesrespiratorias, enfermedad cardiovascular, diabetes,hipertensión, fracturas y trastornos mentales.
El equipo de Larissa Ledochowski, de la Universidad deInnsbruck, Austria, analizó el efecto de caminar 15 minutos enuna cinta en el deseo de comer azúcar. Lo hizo en 47 personascon sobrepeso que tenían alrededor de 28 años.
Los participantes no consumieron alimentos dulces durantetres días. Ayunaron, bebieron agua solamente y evitaron elejercicio en las dos horas previas a cada evaluación del deseointenso de comer. Luego, en una clase, algunos participantesprecalentaron dos minutos en una cinta y caminaron 15 minutos apaso rápido como para alcanzar un autobús, pero sin perder elaliento.
Otros participantes permanecieron sentados durante 15minutos sin hacer nada (grupo control).
Una vez terminada esa primera etapa, todos esperaronsentados durante cinco minutos para hacer una pruebacomputarizada que reforzaba la excitación fisiológica y elestrés.
Entonces, se les pidió que desenvolvieran un caramelo y losostuvieran sin comerlo. Durante el proceso, los participantesrespondieron siete veces, en distintos momentos, sobre el deseoque tenían de comer y el estrés.
El equipo observó que los que habían ejercitado tenían menosdeseos intensos de comer dulces en la mitad y al final delexperimento que los que habían permanecido sentados. Aun cuandodesenvolvieron el caramelo, los primeros sentían menos deseo decomerlo que el grupo control.
El estudio es pequeño y las limitaciones incluyen laconfianza en las respuestas de los participantes sobre laabstinencia de los dulces antes del comienzo de las pruebas y laausencia de mediciones para monitorear el esfuerzo de cadaparticipante para caminar en la cinta.
Además, la intensidad del ejercicio era bastante baja, segúnseñaló Margaret Schneider, de University of California, Irvine.
"El estudio relevó sólo el efecto en el corto plazo, de modoque no deberíamos sacar conclusiones sobre cómo 15 minutos deejercicio influiría en la conducta alimentaria diaria", sostuvoSchneider, que no participó del estudio.
FUENTE: eleconomista.es
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