Caminar constituye una actividad instintiva para la especie humana. La acción de caminar es tan natural como el respirar. De todos modos, una técnica de caminata apropiada requiere algo más que colocar un pie frente al otro. Para obtener los beneficios completos que conlleva la actividad, es necesario respirar de manera apropiada; se trata de una afirmación válida en cualquier caso, ya sea que camines por placer, para entrenar o con el fin de aliviar el estrés.
Caminar y respirar
Practica una respiración profunda cuando realices cualquier tipo de ejercicio, incluyendo las caminatas, según recomienda la American Lung Association. Inhala al contar hasta dos, y exhala al contar hasta cuatro. Respirar por la nariz filtra las partículas de polvo del aire, y ayuda a mantener el equilibrio apropiado de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, explica Healthy Place. Cuando caminas a un ritmo moderado de 3,5 mph, tal vez te sientas que te falta el aliento en cierta medida, aunque puedes hablar con oraciones completas. Si caminas a un ritmo enérgico de 3,75 mph, de alguna manera percibirás que estás casi sin aliento, y con la conversación limitada a oraciones cortas. Una caminata potente de 4 mph y más hará que te sientas sin aliento, y capaz de emitir unas pocas palabras por vez, de acuerdo con la revista "Prevention".
Energiza tu tranco con la técnica de meditación "Breathwalk". "Breathwalk", o caminata consciente, combina una respiración sincronizada con caminatas y meditación dirigida, de acuerdo con Methodist Healthcare, administrada por Recursos de Información para la Salud de San Antonio. La técnica ofrece varios beneficios, entre los que se cuentan pérdida de peso, disminución de la ansiedad y reducción del dolor de espalda. En un informe publicado por el "World Journal of Gastroenterology" en 2007, M Vazquez-Vandyck y sus colegas descubrieron que las técnicas "Breathwalk" ejercían un efecto beneficioso en pacientes que sufrían hepatitis C, obesidad y resistencia a la insulina.
Comienza una sesión de meditación "breathwalk" al caminar a un ritmo normal, y al concentrarte en respirar a través del diafragma, según instruye la revista "Yoga International". Coordina tu respiración de manera tal que inhales en cuatro pasos, y luego exhalas en otros cuatro. Continúa durante al menos un minuto. Inhala a través de la nariz con cuatro tomas de aire cortas coordinadas con cuatro pasos, tomando más aire cada vez, hasta llenar los pulmones.
Luego exhala mediante el mismo proceso. Continúa el ciclo durante cinco minutos, y luego descansa por tres minutos para respirar con normalidad y caminar a un ritmo regular. Repite la estructura de ocho minutos otra vez, y en esta oportunidad agrega el mantra silencioso "Sa Ta Na Ma" mientras inhalas, y susurra el mantra "Wah Hay Gu Roo" al exhalar.
Respirar con los labios fruncidos
Practica la "respiración con los labios fruncidos" con el fin de maximizar el uso del diafragma al respirar, según aconseja la American Lung Association. Relájate y deja caer tus hombros. Inhala a través de la nariz. Frunce tus labios como si fueras a silbar, y luego exhala con lentitud. El movimiento de exhalación debería tomar, de manera aproximada, el doble de tiempo que el de inhalación. El abdomen debería expandirse cuando inhalas, y desinflarse cuando exhalas, con un movimiento ligero o nulo en tu pecho, establece Healthy Place. Primero practica el ejercicio acostado, y luego incorpórate de manera gradual hasta ser capaz de respirar con los labios fruncidos al caminar.
Via livestrong.com
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