Cada vez son más los médicos que recomiendan andar como solución a los problemas de salud de las personas mayores.
Lo cierto es que la realización de ejercicio físico reduce el peso, ayuda a eliminar líquidos y mejora nuestra salud cardiovascular.
El senderismo como actividad física tiene unas características muy simples que hacen que se pueda adaptar a todo tipo de circunstancias y condiciones, en función de las capacidades de cada persona.
El hábito de caminar influye en la persona en tres niveles bien distintos, como son: la sociabilidad, la salud mental y la salud física. Así, se reduce el riesgo de aislamiento al que se exponen las personas mayores, mejora las funciones cognitivas y ejerce como factor antidepresivo, y ayuda a prevenir la aparición de enfermedades.
Tales son sus beneficios para la salud, que algunos médicos lo convierten ya en una obligación más que en una recomendación. Sin embargo, ¿sabemos caminar adecuadamente? Cada vez son más las personas mayores que encontramos caminando por el parque, las calles o, incluso, cogiendo trenes a la sierra para caminar durante algunas horas. Al mismo tiempo, observamos cómo el equipo que se utiliza no es el adecuado, lo que puede derivar en lesiones y echar al traste los saludables beneficios del senderismo.
Sea cual sea el terreno sobre el que vamos a pisar, debemos llevar calzado deportivo, tanto en invierno como en verano. Son muchas las personas que, por falta de costumbre a la hora de llevar material deportivo, andan en zapatos de vestir, alpargatas o calzado veraniego, lo que puede derivar en lesiones óseas en el pie, espalda y caderas, además de sobrecargas musculares. Por tanto, si salimos a caminar a parques o zonas de la ciudad, siempre zapatillas deportivas y, si lo hacemos por zonas naturales, dependiendo del clima y lo abrupto del terreno, quizás convenga visitar alguna tienda especializada y llevar botas de montañismo como las de Campz.
La adaptación del senderismo como actividad saludable es muy beneficiosa, pero no por ello tenemos que dejar de lado el cuidado de nuestro cuerpo mientras la realizamos, aunque creamos que son pequeños detalles, las consecuencias pueden derivar en lesiones graves.
Via sendasenior.com
Caminar reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares pero ¿andamos bien?
