En los hombres, caminar más reduce el riesgo de tener un ACV
Los hombres mayores que todos los días salen a caminar varias horas son menos propensos a tener un accidente cerebrovascular (ACV) que los que rara vez lo hacen, según sugiere un nuevo estudio. Y la velocidad del paso no influiría.
"El ACV es una de las principales causas de muerte y discapacidad, y es importante hallar maneras de prevenirlo, en especial en la población de riesgo", dijo la autora principal de la investigación, Barbara J. Jefferis, del University College de Londres (Reino Unido).
"Nuestro estudio sugiere que mantener un estilo de vida activo, en especial con más tiempo en cualquier tipo de caminata, sería una parte importante de las estrategias de prevención del ACV en los adultos mayores", agregó.
El equipo de Jefferis analizó los datos de los participantes de un estudio británico sobre salud cardiovascular masculina.
Los expertos coinciden en que en general, los hombers acuden con menos frecuencia al médico que las mujeres. Iniciativas como Movember en el mes de noviembre o el Día del Hombre, el 19 del mismo mes, pretenden concienciar sobre la importancia del cuidado y la prevención en la salud masculina.
Tiempo y ritmo
Los hombres habían participado del estudio entre 1978 y 1980, y en el período 1998-2000 -cuando tenían 60 y 70 años- respondieron sobre cuánta actividad física hacían.
El nuevo análisis incluye a 2.995 hombres que no habían sufrido un ACV o un infarto al momento de ese relevamiento. Los autores los estudiaron durante otros 11 años: más de la mitad caminaba una hora o menos por día y uno de cada seis lo hacía más de dos horas diarias.
Durante el seguimiento, 195 participantes tuvieron un ACV. El equipo observó que cuanto más tiempo dedicaban a caminar, más disminuía el riesgo de sufrir un infarto cerebral.
Los hombres que caminaban entre cuatro y siete horas por semana eran un 11 por ciento menos propensos a tener un ACV que los que lo hacían tres horas o menos por semana. Pero esa diferencia podría atribuirse al azar, según publica el equipo en Stroke.
Un hallazgo más sólido fue que los que más caminaban (más de tres horas diarias) tenían un 66 por ciento menos riesgo de tener un ACV que los que caminaban mucho menos.
El ritmo también estuvo asociado con el riesgo, tanto que los que caminaban a paso normal o más enérgico tenían un 38 por ciento menos riesgo de padecer un ACV que los que lo hacían más lentamente. La distancia recorrida (mayor en los primeros que en los segundos) explicó esa diferencia.
Los resultados no prueban que caminar puedan prevenir los ACV, pero los factores que elevan el riesgo de padecerlos (edad, presión y colesterol) no lograron explicarlos. Tampoco lo hicieron los nuevos marcadores de ACV, como las proteínas asociadas con la inflamación, la formación de coágulos o el daño del músculo cardíaco.
El Instituto Nacional para la Investigación de la Salud y la Fundación Británica del Corazón financiaron el estudio.
Los CDC estiman que, cada año, unos 800.000 estadounidenses padecen un ACV, que es la causa más común de discapacidad grave. La Organización Mundial de la Salud y los CDC recomiendan que los adultos realicen por lo menos 2,5 horas semanales de ejercicio de intensidad moderada.
Via vidayestilo.terra.com