Es una etapa que requiere de una buena dosis de paciencia. Te explicamos qué hacer y qué no, cuando tu bebé da sus primeros pasos.
Cuando, alrededor del año, el niño empieza a caminar, sus pasos inseguros indican un alejamiento de mamá y papá, que tiene una validez real, pero también simbólica. Son los primeros experimentos de conquista de una mayor independencia. Te explicamos cómo acompañar los primeros intentos del niño, mitigando su inseguridad y tu ansiedad.
Qué hacer cuándo el niño empieza a caminar
- Alrededor de los 8-10 meses, empiezan los ensayos generales. El niño se pone de pie apoyándose en todo lo que encuentra en su camino: sofá, sillas, cama… Una vez conquistada la posición erecta, empieza a desplazarse lateralmente, siempre apoyándose en algún sitio. De esta manera, adquiere cada vez más coordinación y equilibrio. Es el momento de dejarle experimentar, animándole y mostrando orgullo por sus progresos.
- Cuando el niño se pone de pie solo, a veces, tiene el problema de no ser capaz de volver a sentarse. Los menos independientes permanecen inmóviles y gritan para reclamar la atención de su mamá. Para hacer ganar autonomía al niño en este frente, se le puede enseñar cómo actuar solo, flexionando las rodillas para hacerle entender que, así, el “aterrizaje” es más suave.
- Ahora que el niño puede moverse con más libertad, es preciso eliminar todos los peligros que estén a su alcance. Hay que crear un ambiente que le estimule sin bajar la guardia con respecto a los posibles peligros. Por lo tanto, tendrás que observar tu casa con ojos vigilantes y críticos, imaginando, como lo haría un niño.
- Si bien es importante crear un espacio seguro para sus primeras exploraciones, por ejemplo, cubriendo las partes sobresalientes de los muebles con las protecciones adecuadas, no lo es tanto evitar todos los obstáculos. Por el contrario, es bueno que el pequeño aprenda a afrontar y a superar sus primeras dificultades. Elogiarle cuando consigue superar un obstáculo solo o sostenerle sin dramatizar cuando pierde el equilibrio son formas de ayudarle a forjar su autoestima.
Aprender a caminar no sólo constituye un acto motor, sino que representa una etapa de maduración psicológica que sirve para hacer al pequeño más autónomo y seguro de sí mismo.
Via .mibebeyyo.com
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