Más de la mitad de los españoles sufre dolor de pies asociado al exceso de peso, al calzado inadecuado y a la vida sedentaria
Los problemas de los pies y tobillos a menudo se relacionan con la actividad, como el desempeño de tareas que exigen mantenerse durante largo rato de pie o caminar en exceso sobre superficies duras. Sin embargo, las principales afecciones tienen una relación directa con el peso de la persona y su masa muscular, según se ha señalado en el XLII Congreso Nacional de Podología. Este problema podría convertirse en un asunto de vital importancia si se tiene en cuenta la gran cantidad de españoles con sobrepeso. Además, esta dolencia asociada a los kilos de más se puede registrar tanto en personas mayores como en edad infantil.
Más de la mitad de los adultos sufre molestias en los pies, que en algunos casos son invalidantes, según apuntan los expertos reunidos en el XLII Congreso Nacional de Podología, celebrado en Valencia. El calzado inadecuado, la vida sedentaria y el sobrepeso son algunas de las causas más frecuentes, aunque a partir de los 60 años predominan los factores relacionados con la artrosis, según un estudio publicado en la revista "Arthritis Care Research", que constata, además, que el incremento en el índice de masa corporal está asociado estrechamente con el dolor de pies y la disfuncionalidad.
El peso se convierte, por tanto, en un factor directo que determina el dolor de pies en todas las edades, debido al gran incremento de los casos de obesidad en la infancia. Según un estudio realizado en EE.UU., un médico de familia puede atender a la semana cuatro o cinco casos de fracturas o distensiones en niños con sobrepeso. Hasta el 16% de los jóvenes entre 9 y 16 años muestra alteraciones musculoesqueléticas por un peso excesivo.
Un estudio de la American Orthopaedic Foot & Ankle Society (AOFAS) estableció ya en 2005 que el 41% de las personas que acudían al médico con daño en los pies admitió haber ganado kilos antes de que surgiera el dolor. Como en su momento declararon los autores del estudio, esto tiene sentido, ya que el talón debe sostener la mayor parte del peso del cuerpo. Una persona que pesa 135 kg aplica 270 kg de presión en el pie en cada paso. El cuerpo arrastra de 4 a 6 veces su peso mientras camina y de 7 a 8 veces cuando se suben escaleras.
La obesidad como causa de afección en los pies es preocupante por varios motivos. Puede afectar a todas las edades y agravar otras condiciones. Si el afectado sufre diabetes, el sobrepeso empeora los problemas circulatorios en el pie; o ante problemas óseos, puede causar incluso fracturas (más frecuente en mujeres). Entre las afecciones que los especialistas vinculan al exceso de kilos figuran molestias en los tobillos (incluida la tendinitis), artritis o inflamación en la parte trasera del pie, inflamación de los ligamentos del pie y fascitis plantar (inflamación de la banda de tejido que conecta el hueso del talón con la base de los dedos). Uno de sus síntomas es el dolor agudo en la planta del pie, en especial por la mañana, al levantarse de la cama y dar los primeros pasos.
La primera medida contra el dolor de pies: adelgazar
El primer paso en el tratamiento de este dolor es bajar de peso. Más allá de esta recomendación, los especialistas también aconsejan el uso de zapatos cómodos (tanto del largo como del ancho del pie). El ancho del pie cambia cuando la persona aumenta de peso. La medida justa es importante porque los zapatos muy pequeños oprimen e incrementan la presión, mientras que los demasiado grandes dejan suelto el pie, este resbala y fricciona. Es de gran ayuda colocar plantillas para mayor comodidad, soporte y absorción del impacto contra el suelo.
Practicar ejercicios de bajo impacto, como nadar, y estirar las piernas con regularidad para conservar los tendones y ligamentos activos son algunas acciones que recomiendan los especialistas. Las mujeres son quienes siguen mejor las indicaciones de sus médicos, como cambiar de calzado o perder peso. Sin embargo, los hombres tienden a creer que su dolor de rodillas o de pies se debe a lesiones o a traumatismos y no adelgazan.
DEFORMIDADES EN LOS PIES INFANTILES
En una reciente nota publicada por el Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana, los especialistas aconsejan prestar especial atención en el intervalo de los 12 meses -cuando los zapatos dejan de ser una mera protección- a los 3 años, momento clave en el que se determina la forma básica del pie y cuando los pequeños asientan la facultad de caminar. La asociación advierte a las familias de que es muy importante que escojan un calzado infantil adecuado para ayudar al desarrollo y crecimiento óptimos.
Las principales consecuencias de un uso incorrecto en la edad infantil son: deformaciones en los dedos, alteraciones en las uñas, problemas más graves como alteraciones de la marcha y empeoramiento de estas u otras patologías congénitas. Las recomendaciones de la sociedad son:
No obligar a caminar al niño.
Si a partir de los 3 años registra alteraciones (pie plano, cavo o rotaciones, caídas continuas o dolor por la noche), es necesario consultar con el especialista porque pueden ser reflejo de otros problemas.
Escoger la talla adecuada para no provocar problemas en las uñas o no comprimir el pie.
No utilizar los zapatos usados de otros niños.
Es aconsejable que el calzado esté elaborado con materiales naturales y flexibles.
Realizar exámenes regulares de los pies en edad escolar para garantizar su correcto desarrollo.
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