PREGUNTA
Tengo pies planos y uso plantillas. Hace cuatro años tuve una lesión en el pie izquierdo y me diagnosticaron compresión crónica de peroneos. Hace dos meses me fracturé el pie derecho (quinto metatarsiano) y tuve que apoyar durante un mes el peso sobre el pie izquierdo. Desde que me quitaron la escayola del derecho el tobillo izquierdo me molesta cada vez más y esta última semana también el derecho. Apenas puedo andar y la cosa va a peor.
RESPUESTA
Apreciado usuario, de entrada debo indicarle que es muy recomendable que acuda a la consulta de un traumatólogo para que valore su cuadro de molestias que, por lo que indica, incluso le impiden andar con normalidad.
Me indica que su problema inicial son los pies planos, que se están intentando compensar con plantillas. Posteriormente, y tras una lesión en el pie izquierdo, al parecer padece una compresión crónica de los ligamentos y de los tendones peroneos.
Debo indicarle que los tobillos se encuentran estabilizados lateralmente por estos ligamentos, que pueden romperse cuando, por ejemplo, se produce un esguince. Es posible que incluso tenga una debilidad de los mismos que le predisponen a sufrir lesiones en los tobillos.
Si ha practicado algún deporte con frecuencia, sobre todo el baloncesto o el fútbol, sabrá que durante su práctica se pueden lesionar los tobillos con cierta facilidad.
Recientemente ha sufrido una fractura en el pie derecho, y debido a la necesidad de no apoyarlo al andar para recuperarse y dar tiempo a que esta lesión se solucione, ha sobrecargado el pie y el tobillo izquierdo, que ahora empieza a molestarle. Si en la actualidad las molestias se producen en ambos tobillos, es importante conocer las características de las mismas, por ejemplo si empeoran al andar o al estar de pie o si ceden en reposo o con un calzado 'blando'.
Además es necesario volver a examinar la estructura y la funcionalidad de los tobillos, inicialmente con una entrevista y una exploración física adecuada, que incluya las articulaciones, los tendones, el estado de la piel o, los nervios peroneos, entre otros.
Posteriormente puede considerarse la realización de pruebas de imagen como radiografías simples, una tomografía computerizada, e incluso una resonancia magnética, que pueden mostrar la integridad o no de los ligamentos laterales del tobillo, un atrapamiento de un nervio, una inflamación de los tendones o articulaciones y hasta una bursitis por inflamación de las bolsas situadas en la inserción de los tendones con los huesos del pie.
Si se necesita, puede llegar a indicarse una gammagrafía ósea o una electromiografíapara estudiar los músculos. El tratamiento a aplicar puede abarcar desde la tomade antiinflamatorios por vía oral a infiltraciones locales con corticoides y anestésicos o incluso un tratamiento ortopédico, indicándose la cirugía en casos excepcionales.
De todas formas, aunque sea lo menos frecuente, no deben descartarse enfermedades sistémicas, como una artritis.
Fuente: netdoctor.es
Con la tecnología de Blogger.