Empezar a caminar es simple, económico y seguro para casi todo el mundo. No se necesita equipo ni un lugar en específico para practicar este deporte. Lo único que necesitas es localizar el parque más cercano, dar una vuelta por tu cuadra y si de plano es un día lluvioso o no te encuentras con las ganas de salir de tu casa, puedes caminar a lo largo de ella de 15 a 30 min.
"La clave para dejar el sofá es encontrar a alguien que nos acompañe a caminar, comprar zapatos cómodos y con suela no muy gruesa, y ser constantes con la rutina de ejercicios", afirma el doctor Edward Schneider del Centro Gerontológico Ethel Percy Andrus de la Universidad del Sur de California y autor del libro Siempre joven (AgeLess, Rodale Press, 2003).
Sandra Sánchez-Reilly, médico geriatra del Centro Médico Mount Sinai de Nueva York, sostiene que sus pacientes que caminan con regularidad muestran excelentes resultados. "Caminar ejercita los músculos, ayuda a proteger los huesos, mejora la circulación, disminuye el riesgo de depresión y, en general, los mantiene más activos." Dice, refiriéndose a sus pacientes: "Cuando se descubren más activos, despliegan una mayor energía, mejoran su hipertensión y se sienten mejor.”
Los datos son convincentes, de acuerdo con el doctor Edward Schneider, pues sostiene que caminar regularmente, a una velocidad de dos o tres millas por hora, cinco veces a la semana, puede reducir significativamente (30 por ciento) el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, tanto en hombres como en mujeres.
De acuerdo con los resultados arrojados por investigaciones, caminar rápido hará mucho más que levantar su estado de ánimo. La revista científica New England Journal of Medicine asegura, sobre la base de varios estudios recientes, los beneficios del ejercicio, en especial, el de caminar a buen ritmo.
Otro estudio publicado en la misma revista, en la edición de septiembre de 2002, reveló resultados alentadores en mujeres que caminan y hacen ejercicio. De un total de 73 mil 743 mujeres posmenopáusicas de 50 a 79 años de edad, se produjeron mil 551 incidentes cardiovasculares, cuyo análisis demostró que las mujeres sedentarias presentaban una mayor tendencia a sufrir problemas de corazón. La revista agrega: "...mantenerse sentada por mucho tiempo incrementa el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares".
"Hay dos tipos distintos de adultos mayores: los de 65 años que todavía pueden caminar rápido para reducir riesgos cardiovasculares y los de 95 años, que necesitan ayuda para caminar del dormitorio a la sala", dice el doctor David Sutin, jefe de Clínica Geriátrica del Centro Hospitalario Bellevue de Nueva York. "Ambos grupos de personas deben ejercitarse para mantenerse en buen estado general. No importa la edad que tengan, hacer ejercicio es fundamental".
Fuente: .terra.com.mx
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