Los pies son partes del cuerpo muy importantes, ya que tienen a su cargo la responsabilidad de dar apoyo, trabajan prácticamente todo el tiempo pero aun así suelen permanecer en el olvido. Por lo general a los pies se les presta atención sólo cuando comienzan a fallar o producir molestias.
Son realmente pocas las personas que les dedican la atención y cuidado que merecen. Algunas de las enfermedades de los pies que pueden alterar su buen funcionamiento son: el pie plano, el cual es una condición donde el arco interno de los pies se encuentra más bajo de lo normal, golpeando constantemente el suelo al caminar.
En algunas personas el arco nunca se desarrolla, pero al llegar a la edad adulta la mayoría de los individuos tienen los arcos normales, para su tratamiento, en la niñez se usan plantillas y zapatos especiales.
Otro trastorno es el pie de atleta, el cual se produce por una infección en los pies causada por hongos que puede durar poco tiempo o prolongarse, además en ocasiones reaparece luego del tratamiento. Algunos factores aumentan la probabilidad de sufrir esta enfermedad en los pies como usar sólo zapatos cerrados y de materiales plásticos, mantener humedecidos los mismos durante mucho tiempo, sudar excesivamente o sufrir lesiones en la piel o las uñas. Esta infección es contagiosa, tanto por contacto directo como indirecto, por lo que es conveniente abstenerse de intercambiar medias o zapatos con personas que podrían estar infectadas.
Para curar el pie de atleta se usan polvos y cremas que contienen Miconazol o Clotrimazol, principios activos indicados para combatir infecciones micóticas (causadas por hongos). Se deben usar por recomendación médica, quien probablemente dará instrucciones para que se usen de una a dos semanas después de que la infección ha desaparecido, esto para evitar nuevos contagios.
Fuente: blogdefarmacia.com
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