Por suerte o por desgracia, lo de andar descalzo a pasado a la historia en la mayoría de países occidentales. Si bien en muchas zonas de África todavía se va con los pies desprotegidos, lo cierto es que en casi todo el planeta se va con calcetines y calzado.
Sin embargo, aunque muchos de vosotros no lo sepáis, caminar descalzos nos puede reportar
importantes beneficios.
Ahora que viene la época de calor y salimos más a la calle, es un buen momento para salir a pasear descalzos por el campo o la playa. Además, en verano ya no resulta tan peligroso andar descalzo por casa. La probabilidad de pillar un buen resfriado es mínima.
En primer lugar, si logramos una buena movilidad de las articulaciones interóseas conseguiremos un equilibrio básico para andar correctamente y evitar sobrecargas en el futuro. Muchas veces andamos por terrenos irregulares, algo que hace imprescindible que nuestro pie pueda ser sensible a los cambios de superficies sin sufrir lesiones.
La sensibilidad va ligada a la propiocepción.
Si somos capaces de trabajarla correctamente, evitaremos un gran número de lesiones de tobillo porque lo tendremos mucho más fortalecido. La propiocepción se trabaja básicamente con los pies descalzos.
Para terminar, es importante tener en cuenta que hay que tener un depósito adiposo en la planta de los pies que nos protegerá de sufrir molestias e incluso pequeñas artrosis. Si andamos descalzos, ese depósito se formará a la fuerza y así andaremos mucho más tranquilos y seguros.
Fuente: http://saludpasion.com
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