Pérdida del equilibrio y de la capacidad para caminar

martes, 29 de noviembre de 2011 · Posted in

Estas funciones naturales del organismo están organizadas de un modo muy sutil. Es enorme la cantidad de información que el sistema nervioso tiene que recibir en cada instante "simplemente" para poder mantener el equilibrio y caminar y también es enorme la información que tiene que enviar hacia la periferia. Necesita coordinar permanentemente la distribución del peso, el tono de cada músculo, la circulación, la posición de la cabeza, de los ojos, etc. Para ello es necesario que las vías de comunicación desde la periferia al centro del sistema nervioso y desde el centro a la periferia estén libres, permeables, sin interferencias al flujo de esa información.

La complejidad de este sistema como el de muchos otros sistemas biológicos, y el hecho de que funcione, debería conducir a un estado de admiración permanente hacia la naturaleza.

Con la vida se acumulan interferencias. Por eso estas dificultades son más comunes en la vejez, pero pueden ocurrir a cualquier edad. Durante mucho tiempo el organismo tiene la capacidad de compensar esas interferencias y entonces, durante ese tiempo, no aparece ninguna manifestación. Resolviendo las interferencias, el organismo recupera en la mayoría de los casos, su capacidad para mantener el equilibrio y caminar.

De acuerdo a nuestra forma de entender el problema, el mareo, el vértigo, el dolor de cabeza, representan el último eslabón de una cadena de al menos tres eslabones. Tratar el último eslabón de una cadena significa tratamiento sintomático, es decir solución temporaria sin resolución de la causa.

El segundo eslabón en esta cadena está representado por contractura muscular disfuncional, con la consiguiente rectificación cervical; artrosis, hernia discal. Tratar este segundo eslabón con anti-artrósicos, corticoides (cortisona) o relajantes musculares también es ofrecer un tratamiento que no va dirigido a la causa, es paliativo y no resuelve el problema.

El primer eslabón de la cadena suele ser un campo interferente en cualquier sitio del cuerpo que con el tiempo provoca contractura muscular, y con el tiempo cambios morfológicos en el hueso, disco o cartílago vertebral. Un campo interferente puede causar síntomas directamente sin provocar los cambios en el segundo eslabón.

El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del campo interferente causal.

 

Problemas de salud persistentes o recurrentes
Campos interferentes

Los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo. En la misma persona pueden coexistir varios campos interferentes. La medicina clásica no reconoce su existencia.

Los campos interferentes pueden haberse desarrollado en donde, en algún momento de la vida de la persona, hubo:

> un proceso inflamatorio o infeccioso: amígdalas (faringitis, anginas, difteria, mononucleosis, escarlatina); adenoides; senos de la cara (sinusitis); oídos (otitis); sistema nervioso central (meningitis, encefalitis); hígado (hepatitis); vesícula; páncreas; pulmón; bronquios; estómago; intestino; apéndice; riñón; vejiga (cistitis);
próstata; pene (venéreas); ovarios; útero; vagina (infecciones); abscesos; úlceras; etc.

> una cicatriz por cirugía o herida en piel, mucosa, músculo, víscera, tendón o hueso (fractura).
> un traumatismo (golpe, caída, agresión física)

> problemas odontológicos: cicatrices de extracciones; una pieza desvitalizada (conducto); compromiso de la pulpa dentaria (nervio) por un arreglo profundo; granuloma; infecciones óseas residuales; quistes; odontomas; procesos inflamatorios o infecciosos presentes o pasados: periodontitis, bolsas gingivales; piezas en posición anómala, retenidas, semi-retenidas, desplazadas o inclinadas; muelas de juicio sanas sin espacio propio o en contacto con el canal del nervio mandibular; piezas embrionarias; restos de raíces; piezas utilizadas como pilares de puentes; metales (implantes, pernos, amalgamas, ganchos, prótesis); endodoncias con sobreobturación del material de relleno que irritan el hueso subyacente; ortodoncia en adultos  y trastornos oclusivos (mordida).

> la memoria corporal de una carga afectiva, emocional o daño psicológico (estrés, pérdida, abuso sexual, tortura, etc.).
> un cuerpo extraño (metal, vidrio, hilo de sutura, talco de los guantes, etc.).

Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes, las funciones corporales recuperan su normalidad y el organismo inicia su proceso de curación. Muchas veces los cambios son rápidos.

Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación.

Tratamiento

Para poder resolver problemas del equilibrio es necesario corregir problemas locales y distantes, nuevos y viejos, propios de cada persona y ésto puede lograrse sólo con un tratamiento que abarque la problemática en su totalidad.

La medicina para la autoorganización mediante la terapia neural, la modulación neuromuscular y la odontología neurofocal cumple ese objetivo.

Fuente: dolor-pain.com

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