Estar deshidratados es algo que ocurre y muy a menudo, aunque si bien existen varias etapas, podremos decir que existen dos clasificaciones para la deshidratación, que son la deshidratación leve y la deshidratación grave.
Cuando notamos que tenemos sed, el mismo cuerpo nos está avisando de que necesitamos líquido y que los niveles de hidratación están bajos, por lo que debemos reponerlos.
Durante el verano tener sed es común, y esto no debería ser así si podemos evitarlo, ya que estar reponiendo las reservas hídricas constantemente no le hace bien a organismo, y en cambio lo que debemos tratar es de no gastarlas por completo en primera instancia.
Por eso, cuando hace calor lo ideal es ingerir agua o bebidas isotónicas cuando hace calor o cuando vayamos a practicar deporte o actividades físicas bajo el sol.
Otros síntomas son el dolor de cabeza ligero y la sequedad en la boca, que pueden estar acompañados de mareos leves, al igual que la falta de orina o la dificultad en la micción.
Al ingerir líquidos puros como el agua o las bebidas isotónicas lo solucionaremos, mientras que los zumos, gaseosas y bebidas con alcohol no solo no son suficientes, sino que pueden empeorar el cuadro.
Fuente viviendosanos.com
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