Un equipo de investigadores de la Universidad de Sao Paulo en Brasil ha revelado que una caminata es capaz de reducir la presión arterial tras una hora del esfuerzo, y esa caída se mantiene durante las 24 horas siguientes.
En efecto, la investigación concluyó que la caminata reduce con más fuerza la presión entre los pacientes con hipertensión más elevada y con menos intensidad a los que tienen presión normal.
Asimismo, los resultados del estudio han sido publicados en la página Web de la misma universidad y en ella señalan que una sesión de ejercicio aeróbico es suficiente para reducir la hipertensión sistólica en 14 milímetros de mercurio y la presión arterial diastólica en 4 milímetros.
Por otro lado, esta investigación desarrollada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo representa una buena noticia para los 29 millones de brasileños que sufren problemas de hipertensión, según la Sociedad Brasileña de Cardiología.
Fuente tension-arterial.com
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